En 5 meses, el presidente López dilapidó su capital político, ni regalar dinero le salva del desastre. Muestra ser un fracaso, una amenaza social. Miente a diario, con cinismo; traiciona a la justicia al no investigar y permitir que se castigue al crimen organizado público y privado. Y permite la corrupción de su mafia.
Como López Obrador fue magnífico para condenar, cerrar pozos petroleros, paseo de la Reforma, etc., todo desde la zona de confort de no hacer y criticar, pero como presidente, López ha sido capaz de entablar pleito con cualquiera que se atraviese a su dogma actuante, origen de su toma de decisiones por nunca dedicar tiempo a analizar los problemas del país, a estudiar los factores y el entorno; se dedicó a ser rijoso y es lo que ahora sufrimos, un presidente rijoso, intolerable.
El presidente López, al no analizar ni estudiar cuando compitió por tres ocasiones a la Presidencia, no es capaz de entender que detener la construcción del aeropuerto de Texcoco es un socavón para México, igual no entiende que metió la pata con el perdón por la Conquista española; obcecado, no comprende que el turismo por diversos motivos, responsabilidad del gobierno que encabeza, deja de visitar México. Una de sus primeras acciones, fue comprar pipas por asignación, pipas que nadie ha visto ya no digamos en operación, estacionadas en algún corralón. Otra derrota más es la lucha al huachicol; tal vez desde ahí se paró en seco contra el crimen organizado y le permite que siga mandando en México. Un dato que muestra el tirano que despierta en el presidente López es el memorándum para violar la ley educativa. Además, la esposa de su constructor de cabecera, Rioboo, es ministra de la Corte.
Sin embargo, el presidente López prepara la respuesta a la manifestación social de repudio a sus acciones, la Guardia Militar Nacional, hecho que evoca las proféticas palabras de Porfirio Díaz respecto a Madero, “Panchito soltó los tigres”. Mientras, el presidente López continúa culpando de todos los males al pasado y a todos, a pesar de que su primer trimestre es el más violento de la historia. El desempleo, peor que hace 2 años, y con descaro asegura que en 6 meses tendremos atención médica de primer mundo, con hospitales llenos de pacientes carentes de todo recurso para atenderlos.
Este panorama lleva a pensar, ¿cómo reaccionará el presidente López a una crisis? La manera de decidir marca superar una crisis o iniciar una revuelta. ¿Qué sucederá al crecer la inconformidad? La respuesta hace temblar, usará la guardia nacional. Para el presidente López, nadie tiene autoridad moral al ser parte de un pasado que el comparte. La moral es él, porque dice que no es como los otros. Esa es su validez.
Las palabras del presidente López son mentira e ilegalidad al provenir de quien viola la Constitución, deja de cumplirla de manera pública con un decreto ilegal y tiene un Gabinete cómplice e inepto. La secretaria de Gobernación, ex ministra de la Suprema Corte de Justicia, dueña de un currículo impresionante, calló al respecto.