Es inédito hasta donde me alcanza la memoria.
El interés despertado en esta ocasión por las diputaciones locales en Tamaulipas es un escenario no vivido hasta ahora. Históricamente, las curules en el Congreso del Estado eran buscadas sólo como un clavo ardiendo para no quedarse fuera del juego político. Una frase era clásica en el que fue partido dominante por décadas –el PRI– cuando se otorgaba esa oportunidad: “Aguántate, sigue la alcaldía”.
En pocas palabras, esas diputaciones por su perfil de tablas de náufrago, desempeñaban el poco honroso papel de “patitos feos” de los procesos electorales.
Y hoy, de repente, empiezan a convertirse en cisnes.
¿Qué pasó?
En el caso de Tamaulipas dos factores les han inyectado vida y poder:
El primero es, de perder Acción Nacional la mayoría que ahora ostenta en el Congreso estatal, la coyuntura que surge del posible cambio de control político del Estado a través de una legislatura realmente contestaría y autónoma. Más claro: por primera vez esa Cámara, si otro partido diferente al blanquiazul domina, podría alcanzar la trascendencia de un cambio sexenal del Ejecutivo al erigirse en un temible contrapeso para la actual generación del poder.
Sólo por esta razón estos comicios podrían ser históricos.
El segundo factor tiene nombre y apellidos: Movimiento de Regeneración Nacional. MORENA por sus siglas.
Es tanto el poder acumulado por esta facción que su lucha interna por las diputaciones locales se cuece en olla aparte.
Nuestro Estado dejó de ser para la “nomenklatura” –como la llamaba Carlos Salinas de Gortari– de MORENA, un estado más qué sumar a la ola de adeptos a esa corriente. Para mal de ese instituto, la Entidad es hoy como todos lo han advertido ya, una especie de arena política donde se están dirimiendo a costa de los militantes los desencuentros entre el líder del Senado, Ricardo Monreal, con la dirigente nacional de ese partido, Yeidckol Polevnsky, que han llevado su antagonismo a extremos de propiciar lo que menos se esperaba ahora: una ruptura y por lo tanto una fragmentación de MORENA.
Quién ganará este juego de vencidas no sería tan importante para esta patria chica, si no fuera porque al sistema político y social de Tamaulipas le toca el papel de jamón de un indeseable sándwich, con una disculpa por el anglicismo.
No es mi deseo ni mi propósito aventurar hipótesis calenturientas sobre lo que ganaría o perdería nuestro Estado en caso de que ganara uno o la otra, esa ya abierta contienda. Hay mucha gente con sobrada autoridad política e intelectual para correr la aventura de un análisis y me rindo en mi calidad de aprendiz ante esa realidad.
Lo único que me resta, como simple espectador de este laberinto de ambiciones es exponer un escenario para tratar de ayudar al lector a definir cuál podría ser el futuro a corto y mediano plazo de esta geografía:
El senador Ricardo Monreal está distanciado, muy distanciado, del poder estatal en turno.
La Presidente de Regeneración, Yeidckol Polevnsky está cercana, bastante cercana, al mismo poder.
Las mejores conclusiones son las suyas, estimado lector…
LA FRASE DEL DÍA
“La vergüenza de confesar el primer error, hace cometer muchos otros…”
Jean de la Fontaine
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