La cuenta regresiva para el presidente López avanza con destellos de solidez. El superpeso, por ejemplo. Los pronósticos de crecimiento del Fondo Monetario Internacional mejoraron respecto a lo que se preveía. Para todo el mundo se augura 2.8%. EE. UU., tiene crecimiento significativo al pasar de un pronóstico de 1% a 1.6%. México tiene un desempeño acorde a las condiciones globales con ventaja, el nearshoring y el fortalecimiento de la demanda interna.

INEGI publicó los resultados de su Indicador Oportuno de la Actividad Económica. Destaca que el promedio de la tasa de crecimiento del primer semestre apunta a un crecimiento de 4.2% en 2023 lo que deja de manifiesto el inusual impulso del que goza nuestra economía que en las últimas 2 décadas es de 2.1%. Por ello, aunque se experimente desaceleración en el entorno externo es probable que el crecimiento del año supere 3% y, si consideramos que los beneficios asociados al nearshoring están por materializarse, el panorama luce prometedor, en especial si se consiguen avances sustanciales en infraestructura y condiciones de seguridad, entre otras.

Además de riesgos y oportunidades, hay retos. Uno grande está muy arraigado en nuestra historia, los contrastes. Antes del nearshoring México ha sido próspero y albergó durante tres años consecutivos a la mayor fortuna del mundo, pero es una nación en la que 45% de la población padece alguna forma de pobreza. Un país en el que la mayoría de las escuelas no están equipadas con instalaciones deportivas ausentes en las colonias, por lo que los jóvenes juegan futbol en terrenos baldíos, aun así, es un país en el que sus deportistas traen medallas de oro.

Un país con 32 muy ricas entidades federativas, aunque solo 5 producen 45% del Producto Interno Bruto, así que el reto es construir las condiciones para que todas las regiones aprovechen las oportunidades de inversión presentes y futuras. La industrialización que implica el reacomodo de las cadenas globales es clave para la convergencia de las economías rezagadas. En México, las empresas generan el 68% del empleo y aportan anualmente 52% de los ingresos nacionales.

Para que el nearshoring sea una victoria económica causal del desarrollo social debe llevar grandes inversiones a los estados del Sur Sureste carentes de inversión y mano de obra calificada y por ello de mejores salarios. Hay que crecer lo más uniformemente posible como país. Seguimos siendo el reino de la desigualdad, causa de los graves problemas sociales que padecemos como la inconformidad social resguardada en el crimen organizado.