La salud mental se afecta como la salud física, sin embargo, no hay indicador que permita a la persona detectar que padece trastorno de la personalidad. Se vive en un proceloso mar social de falta de salud mental, así interactuamos, crecemos, nos educamos y finalmente, fallecemos. Como la paella, platillo de ingredientes distintos, los trastornos de la personalidad de varios grupos están en toda persona que se considera normal. Cuando un tipo de trastorno domina, quienes rodean a la persona afectada, podrían reflexionar recurrir a atención médica.
El Trastorno de personalidad afecta pensamiento, desempeño y comportamiento. Impide percibir y relacionarse con situaciones y personas. Causa problemas y limitaciones en las relaciones, actividades sociales, trabajo y escuela.
Trastornos A: Paranoide: desconfianza y sospecha hacia los demás y sus motivos. Creencia injustificada de que los demás intentan dañar o engañar. Sospecha injustificada de la lealtad o la fiabilidad de los demás. Vacilación al confiar por temor no razonable de que usarán la información en su contra. Percepción de comentario inocente o situación no intimidante, como si fuese ataque personal. Reacción hostil o de furia a insultos o desaires percibidos. Tendencia a guardar rencor. Sospecha injustificada y recurrente de que el cónyuge o pareja sexual es infiel.
Esquizoide: Falta de interés en relación social o personal; prefiere la soledad. Amplitud limitada de emociones. Incapacidad para disfrutar actividades, para captar señales sociales normales. Poco interés o nulo en relaciones sexuales.
Esquizotípico: Vestimenta, pensamientos, creencias, discurso o conducta peculiar. Experiencia perceptiva (escuchar que se susurra su nombre) Falta de expresión emocional o respuesta emotiva inadecuada. Ansiedad social. Falta de relaciones cercanas o incomodidad con ello. Respuesta indiferente, inadecuada o suspicaz a los demás. Pensamiento mágico (creer que se ejerce influencia en personas y acontecimientos con el pensamiento) Creencia de que determinados incidentes o acontecimientos casuales tienen mensaje oculto.
Trastornos B: Antisocial: Indiferencia a necesidades o sentimientos de los demás. Mentira, robo, uso de apodos, estafa constante. Problemas legales recurrentes. Violación constante de los derechos de los demás. Comportamiento agresivo, violento. Indiferencia a seguridad propia y de los demás. Irresponsabilidad. Falta de remordimiento por el comportamiento
Límite: Conducta impulsiva y riesgosa (relación sexual sin protección, involucrarse en apuestas) Imagen personal inestable o frágil. Relación inestable e intensa. Estado de ánimo cambiante por estrés interpersonal. Conducta suicida o amenaza de autolesión. Temor intenso a estar solo o ser abandonado. Sentimientos de vacío continuos. Ataques de ira frecuentes e intensos. Paranoia intermitente por estrés.
Histriónico: Búsqueda de atención. Excesivamente exaltado, drástico o provocativo en el plano sexual para captar la atención. Discurso espectacular; opiniones fuertes y poco hecho de respaldo. Emociones poco profundas, cambian rápidamente. Preocupación excesiva por la apariencia física.
Narcisista: Se cree especial y más importante que todos. Fantasías sobre poder, éxito y atracción. Incapacidad para reconocer necesidades y sentimientos de otros. Exageración de logros o talentos. Expectativa de elogios y admiración constantes. Arrogancia. Aprovechado. Envidia o creencia de que los demás le envidian
Trastornos C: Evitación: Sensibilidad excesiva a la crítica y al rechazo. Se siente inadecuado, inferior o desagradable. Se evade actividad de contacto interpersonal. Inhibición, timidez y aislamiento en el plano social; evita actividades nuevas o reunirse con extraños. Timidez extrema en situaciones sociales y en relaciones personales. Temor a la desaprobación, a pasar vergüenza, a hacer el ridículo
Dependiente: Dependencia excesiva a los demás, siente necesidad de que alguien le cuide. Conducta sumisa o apegada a los demás. Temor a cuidarse o defenderse si le dejan solo. Falta de confianza en sí mismo, necesidad de consejo excesivo y confirmación de otros para decisiones ligeras. Dificultad para iniciar o desarrollar proyectos por falta de confianza en sí mismo. Dificultad para expresar desacuerdo por temor a la desaprobación. Tolerancia a trato abusivo o inadecuado, incluso al existir opciones. Le es urgente comenzar nueva relación al terminar una.
Obsesivo-compulsiva: Preocupación por detalles, orden y normas. Perfeccionismo extremo, genera disfunción y angustia cuando no se logra perfección. Deseo de controlar personas, tareas y situaciones; incapacidad para delegar tareas. Negarse a reunirse con amigos o a actividades placenteras por compromiso excesivo con el trabajo. Rigurosidad y obstinación. Inflexibilidad en cuanto a moral, ética o valores. Estricto, control mezquino de presupuesto y gastos.