Para nadie es un secreto ni es noticia el hecho de que estamos viviendo una crisis de combustibles en el país, con diferentes connotaciones y afectaciones que van desde el que no podamos cargar un simple tanque de gsolina, hasta la amenaza de parar el aparato productivo nacional, y que puede llevarnos a severas crisis de toda índole.
Los noticiarios reportan problemas en algunas partes porque hay quien quiere cargar gasolina a fuerza, metiéndose en la fila y rompiendo el orden, y otros que tienen horas formándose para llegar y que les vendan ¡Cien pesos! De combustible.
Leyó bien: n algunas estaciones les limitan a cien pesos el consumo; en otras, 20 litros y así se rompe con un principio elemental de solidaridad, de justicia, de comercio, porque no está bien que sucedan estos problemas, menos, por ua situación que ha sido propiciada por una estrategia, desde nuestro punto de vista, inadecuada, por parte de un gobierno que no ha mostrado el talento necesario para enfrentar crisis de esta magnitud.
El problema es serio, y nosotros recomendamos a quien quiera leerlo el que cuidmos los trayectos que andamos, que no gastemos gasolina sin justificar los trayectos, y que procuremos hacer rendir los litros que aún tenemos.
Se hablan muchas cosas, y una prensa con toques de sensacionalismo nos lleva a pensar que la crisis es más grande de lo que está afectando, aunque no podemos dejar de reconocer la magnitud del problema,
La gasolina mueve al mundo y nos lleva al progreso: así de claro.
No ganamos mucho que digamos sabiendo que en Guanajuato hay escasez, o que en Jalisco tienen graves problemas: no somos ajenos a la desgracia de otras entidades, pero nos preocupa mucho más el que la refinería de Madero pueda surtir a las gasolineras tamaulipecas, y que a quienes se ha sorprendido en acciones ilícitas, no solamente se les retiren las concesiones, sino que se proceda enérgicamente, si es que realmente se quiere meter orden.
En el prob lema de las gasolinas, como nos han dejado ver, hay mucha gente que está muy metida y que se ha hecho millonaria robando combustible, y en ese sentido, alguien deberá dar la cara en base a las investigaciones que deben estarse llevando a cabo: urge meter orden por el bien de todos, porque, teniendo combustible, el que no haya en las estaciones no es permisible ni lógico.
Algunos aprovechan para llevar agua a su molino y hacen declaraciones del tipo que escuchamos cuando quieren darse más valor del que realmente tienen. Los funcionarios deben entender la importancia de ser mesurados y atender el problema.
Algunos gobernadores están gestionando para sus entidades el abasto adecuado, pero el problema está en todos lados, y no es posible beneficiar a una entidad federativa en perjuicio de otras. En ese sentido, se agradece la preocupación y gestión de los mandatarios, pero lo que necesitamos hacer es actos de solidaridad, donde nuestra mesura deba ser prioritaria, e insistimos: no gastar más gasolina que la que tenemos que consumir, y pensar que el buscar de una a otra terminal nos hace gastar combustible que hoy por hoy debe ahorrarse.
Hay que ser congruentes y maduros en la forma en que enfrentemos esta crisis, porque la única solución posible es, sin duda alguna, el que haya combustible, y que las estaciones de servicio vuelvan a vender en forma normal, sin limitar y sin más problema que el que nos acerquemos, llenemos y paguemos.
El problema es serio, pero no tenemos por qué hacerlo más grande. Ha-gamos la parte que nos toca para evitar especulaciones que nos lleven a magnificar la situación. Victoria aún tiene gasolina y sus alrededores también. Hagamos un uso prudente de ella y pensemos que si todos colaboramos podremos salir avante de esta crisis, probablemente la mayor del gobierno del ganso que nos acecha y nos está mostrando que no era tan fácil hacer lo que pensaban que se hacía mal.

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