Se  publica la primera parte del estudio nacional de seroprevalencia de infección por  coronavirus SARS-CoV-2 en España, ENE-COVID-19. Una conclusión importante es que la prevalencia (proporción de individuos de una población que presenta una característica concreta en un momento o franja de tiempo determinado) nacional es 5 %.

Parcial y preliminar: Son resultados parciales y preliminares. Durante el desarrollo se puso de manifiesto la dificultad para leer resultados de anticuerpos IgM, por lo que estos hacen referencia a la detección de anticuerpos IgG anti-SARS-CoV-2.

Test rápido: Los resultados son por inmunocromatografía (test rápidos) que permite obtener resultados in situ, sin extracción de sangre. Se aportará más adelante determinación de anticuerpos IgG por técnica de inmunoensayo (ELISA), que es más sensible. Evaluará la eficacia de la prueba rápido y aportará datos cuantitativos (título de anticuerpos) El test (Orient Gene IgM/IgG, Zhejiang Orient Gene Biotech) tiene sensibilidad de 79 % y especificidad del 100 % para la IgG.

IgM e IgG: Durante la infección, hay un período de latencia o ventana en el que no es posible detectar la respuesta del sistema inmune. Días después se comienzan a producir anticuerpos. Primero tipo IgM hasta alcanzar un máximo en 7-10 días para, más tarde, casi desaparecer. Esta respuesta indica infección aguda y activa. Luego se producirán anticuerpos tipo IgG de forma intensa y prolongada, indicativos de fase de recuperación o de infección pasada, cuando ya no hay presencia del virus.

Iceberg completo: 2, 350 000 infectados en España: 5 % de la población española tiene anticuerpos IgG anti-SARS-CoV-2. Este estudio permite conocer el iceberg. Conocíamos su punta (fallecimientos, hospitalizados, los que se detectaban por PCR), pero no veíamos la parte sumergida (cuánta gente podría estar infectada sin síntomas o con síntomas leves) Ese 5 % supone que 2, 350 000 españoles ha estado en contacto con el virus, se han infectado y generado anticuerpos IgG. A la inversa, más de 44 millones de españoles son susceptibles de ser infectados. Todo esto teniendo en cuenta que no sabemos a ciencia cierta cuánto duran y cómo de protectores son esos anticuerpos IgG anti SARS-CoV-2: no sabemos si la presencia de IgG significa realmente estar inmunizado. Supone también que la tasa de letalidad por infectado del virus es, en este momento y según estos datos, 1,1 %.

El confinamiento funciona: Por una parte, este resultado era previsible. Como se trata de un virus nuevo y hemos estado encerrados, no nos hemos contagiado. Demuestra que el confinamiento funciona: se paró el primer golpe. Este 5% supone oficialmente 27 mil muertes (probablemente más), si el virus hubiera seguido circulando libremente con colapso sanitario tremendo. Sugiere que aquella tos, catarro o poco de fiebre que pasamos hace meses y que pensábamos que fuera el coronavirus que me infectó, pero de forma muy leve, probablemente no lo era.

 

El síntoma olfativo: El estudio demuestra que, en los posibles casos sospechosos, la prevalencia aumenta con el número de síntomas: más síntomas, más posibilidad de haberlo pasado. Sólo 2.5 % de los participantes que no tenían síntomas presentaron anticuerpos IgG, aunque los asintomáticos representan un tercio del total de positivos. Curiosamente, 43 % de las personas que decían haber perdido el olfato dieron positivo (puede ser buen indicador) Otro dato interesante es que la presencia de anticuerpos IgG era menor en bebés, niños y en jóvenes. ¿Significa que se infectan menos?

Prevalencias diversas pero parecidas

Por comunidades autónomas, existe variabilidad geográfica. Algunas comunidades presentan prevalencias inferiores al 2 %, otras 10 %. ¿Esto quiere decir que las comunidades con mayor prevalencia, al tener más personas “inmunizadas”, están en mejor situación y el desconfinamiento debería ir mucho más rápido? ¿O que, en aquellas con una tasa de inmunización muy baja, su población debe permanecer más tiempo encerrada?

Las diferencias de prevalencia tienen lógica. En general, en zonas y alrededores donde ha habido más casos COVID-19, la cantidad de personas en contacto con el virus ha sido mayor y, por tanto, la prevalencia de anticuerpos es mayor. Pero a pesar de las diferencias entre regiones todas  están muy lejos del 60 % necesario para conseguir la famosa inmunidad de grupo que se produce cuando hay número suficiente de individuos protegido contra una infección y son barrera e impiden que el virus alcance a aquellos que todavía podrían contagiarse. En realidad, esto es lo que se consigue cuando la gente ha pasado la enfermedad o cuando se vacuna.