Nadie desconoce la importancia que tiene el turismo en algunos países del mundo: es la principal actividad generadora de divisas, y la ase de una economía en ciertos lugares paradisíacos, históricos o interesantes que, casi todo el año viven del paseante.

Un caso tradicional es el legendario Camino de Santiago, que en sus distintas rutas ofrece al peregrino o turista la posibilidad de llegar a la tumba del Apóstol Santiago, en la ciudad que lleva su nombre, y que corresponde a la maravillosa provincia de Galicia, en España.

La ruta más tradicional parte de San Jean Pied de Port, un pequeño pueblo ubicado bajo los Pirineos, en la frontera de Francia con España, para adentrarse a tierra navarra y desde ahí, una maravillosa experiencia hasta Santiago, aunque algunos hemos recorrido hasta Finiestte –Finisterrae: fin de la tierra- que es el punto último que separa a Europa de América: el fin del mundo, decían nuestros ancestros.

Sin embargo, pareciera que olvidamos qué importancia tiene el turista, pero también cual debe ser la actitud de algún turista como nosotros.

En España se han quejado últimamente del turismo “barato”, porque dicen que pertenece a la clase media-baja (los jodidos, pues) que no dejan tanto dinero y sí toman mucho, hacen desmanes, vomitan las calles y casas y se convierten en un grave problema. El reportaje completo surge en Televisión Española, y critica la forma en que los catalanes reniegan de la gente a la que deben gran parte de su economía.

En Tamaulipas, sabemos que tenemos puntos interesantes y muy especiales para pasear, explorar, excursionar y más. Contamos con montañas, ríos y lagunas, presas y hasta Cenotes; hay altiplano desértico y un bosque único como es el que tenemos en El Cielo, por mencionar solamente algunos puntos, sin olvidar la gastronomía tamaulipeca que, aunque limitada, tiene sus encantos.

Somos orgullosos de lo que tenemos, y nos ha dejado mucho dinero (al Estado y sus habitantes, por años) y a veces pensamos que hace falta dar un estirón en ese sentido.

Este año, al gobierno estatal hizo una promoción con resultados positivos: subió el número de paseantes y, por consiguiente, el dinero que llegó a muchos hogares, que a través de hospedajes, vivienda, alimentación, souvenirs, artículos de toda índole, tuvieron oportunidad de intercambiar con el visitante de muchos estados e inclusive de Estados Unidos, cuyo principal atractivo es que vienen con dólares y dejan dólares, tomados, por cierto, a precios criminales, porque siempre se castiga al turista con las conversiones, pese a que son los inversores más fieles.

La administración del gobernador Cabeza de Vaca ha instrumentado a través de la dirección de Turismo diversos programas para poder conformar una estrategia que nos deje dinero todo el año y no únicamente en Semana Santa y verano.

Claro, sabemos que hay aspectos que se deben mejorar para captar más turismo, como el que refieren autoridades de los Estados Unidos y que tienen que ver con la tranquilidad para visitarnos.

Somos nosotros mismos los que podemos detonar este potencial que por años ha estado un poco dormido, y que puede implicar una situación económica en la entidad mucho mejor a la actual.

Estrategias oficiales, inversores y mucha decisión se requieren para lanzar al Tamaulipas turístico que nos gustaría ver en grandes agencias del mundo.

Los folletos de sitios como nuestro Tampico hermoso, o la playa Miramar, la playa Bagdad o Barra del Tordo, El Cielo y todos esos sitios que testimonian el gran amor que nos tiene el Creador, deben ser conocidos, promovidos por todos, para que entonces tengamos resultados adecuados y los turistas semultipliquen.

Que bien lo merece una entidad con gente pujante, optimista y que le gsta atender a los demás. Si lo convertimos en el negocio de todos, seguramente habrá mucho más recursos que representarán avances en infraestructura en general. ¿O no?

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