Infinidad de estrategias sanitarias se llevan a cabo en el mundo en aras de buscar el bienestar del ser humano: campañas intensivas de información, concientización, vacunación y otras más son objeto de la atención de grupos en el mundo, sociales, privados, oficiales e inclusive de la industria farmacéutica, la que tiene mucho que ver en el estado actual de la población mundial.
Sin embargo, hemos de recordar que las cosas buenas lo son desde un principio por lo general, sin que quiera decir que no se puede mejorar algo ya establecido y perfeccionar. O, dicho en otras palabras, también se puede llevar a un estado de excelencia a algo o alguien que no lo ha sido o tenido durante un tiempo prolongado: se puede mejorar en todos sentidos, siempre y cuando se tenga la voluntad de hacerlo y, obviamente, las herramientas para lograrlo.
Es por eso que resulta importante el hecho de que a partir de las primeras etapas de vida la autoridad sanitaria competente, en este caso, la Secretaría de Salud en la entidad, tenga una preocupación por el bienestar de los tamaulipecos, traducido en acciones, congresos, pláticas y una serie de eventos que tienen como finalidad el que haya mejoría en el otorgamiento de servicios a niños, muchachos, jóvenes, adultos y adultos mayores, procurando dar una cobertura total en todas las etapas del individuo, entendiendo como tal a cualquier ser vivo de ambos sexos.
Lo interesante en esta ocasión es el hecho de que se procura atender desde el nacimiento al individuo, haciendo énfasis en ciertas etapas en que se requiere una mayor atención por aspectos naturales, sin que ello quiera decir que se descuidan las que transcurren sin tanto contratiempo.
Y en ese sentido, la Secretaría de Salud ha instrumentado a través del tiempo los programas necesarios para atender a todos los grupos poblacionales, enfatizando acciones donde se debe enfatizar, por tiempo vivido o por cuestiones que se presentan como pueden ser fenómenos meteorológicos y aspectos naturales de un cambio climático que nos aqueja a todos.
Y en ese sentido, la secretaria Gloria Molina cuenta con un abanico de estrategias encaminadas a cubrir todo lo que comentamos y lo que se debe cubrir.
De esa forma hay programas de vacunación, de seguimiento a chicos en edad preescolar, o en edad de primaria, adolescentes y más, hasta llegar a nuestros queridísimos “viejitos” mayores de 65, procurando que a todo mundo se le entregue esa atención de la que se necesita contar en etapas específicas.
Por consecuencia natural, la doctora no trabaja sola y tiene un equipo de profesionales en salud pública para encabezar los esfuerzos que se requieren, y dirigir los trabajos competentes en la jurisdicción y entidad, a manera de poder entregar buenas cuentas a la ciudadanía y a quien gobierna.
Cierto que en muchos programas hay cosas que deben mejorarse: nadie dijo que fueran perfectos, y sí, efectivamente, se requiere -como se hace- efectuar evaluaciones periódicas, de forma que pueda captarse aquella acción o acciones que están lejos de entregar sus mejores números, y en ese sentido, buscar la excelencia en los servicios que paga el estado para que todos podamos sentirnos cubiertos en materia de salud.
Nada fácil, considerando que muchos de nosotros nos dejamos llevar más por las costumbres de los viejos o por el rumor de los familiares, y hacemos caso omiso a las recomendaciones sanitarias.
Así vemos de repente fallas grandes que debemos corregir, en el entendido de que quienes nos beneficiamos o perjudicamos principalmente somos nosotros mismos.
Así que hay que estar presentes en todo este proceso sanitario, y participar como nos sugieren los que saben de estos menesteres: la salud comienza en uno mismo, y debemos entenderlo para poder entregarnos buenas cuentas nosotros mismos.
Y entonces, pensar en lo que sigue, que es el avanzar como comunidad y ser más productivos.

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