El próximo domingo cuando tenga lugar la jornada electoral los partidos PRI y Morena tendrán su última oportunidad de ejercer los recursos públicos que le fueron asignados para promover el voto y de los cuales no han comprobado egresos ante la autoridad electoral competente. Al Tricolor le correspondieron 15 millones 851 mil 361 pesos, mientras que al partido guinda le fueron adjudicados 5 millones 674 mil pesos. El PAN si reportó egresos de sus 20 millones 262 mil 961 pesos, pero también le quedó un remanente para el mismo cometido.
Los candidatos de Revolucionario Institucional y del Movimiento de Regeneración Nacional hicieron campaña a base de saliva y de gastar suela de zapatos, esperemos que el sacrificio sea compensado con la operación del denominado día “D”. Significa la movilización de sus representantes en las casillas principalmente con lo cual estará asegurada la autenticidad del conteo y registro en las actas correspondientes, de las cuales sus representantes se quedan con una copia que avala los resultados de cada mesa de recepción de sufragios.
El PAN fue el que más ejerció el recurso y está a la vista la propaganda realizada en los diferentes puntos de la entidad y los reportes ante el árbitro electoral; el PRI de manera muy discreta lució un panorámico por Distrito, los que están asentados en ciudades grandes, Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, los de zona sur y Victoria.
En cuanto a Morena muy poca propaganda, de acuerdo al bolsillo de cada candidato(a), de todas maneras el recurso distribuido por distrito en el caso de este partido resulta meramente simbólico, estaríamos hablando de 262 mil 961 pesos con 47 centavos, de todas maneras hubieran sido muy buenos por candidato.
Los partidos menores algunos no asignaron recurso alguno a los candidatos, porque no lo tenían en caja y confiesan que lo menos que gastaron fue 50 mil pesos de recursos propios.
Si el PRI hubiera entregado por distrito a cada candidato una parte proporcional de los casi 16 MDP percibidos, el apoyo individual de cada uno de los 22 llegaría a los 720 mil 516 pesos con 40 centavos, una buena suma. El mismo procedimiento matemático arroja en el caso del PAN, 921 mil 043 pesos con 68 centavos, en el caso de Victoria si hubo reportes cercanos a esa suma y quizá mayores por los cierres de campaña.
La cuestión es que este repaso de número nos deja como ciudadanos la responsabilidad de acudir a las urnas el domingo próximo a ejercer nuestro voto, un sufragio costoso y sobre todo trascendente por la importancia de elegir a quienes decidirán cosas vitales que tienen que ver con la sobrevivencia de las instituciones, su operatividad y el beneficio que pueden hacer o dejar de hacer, si no elegimos a los representantes populares adecuados, no debemos equivocarnos esta vez son más cosas las que están en juego al encontrarse insertadas dentro de un nuevo sistema político.
Y desde luego hay que centrar nuestra atención en el ejercicio de los recursos públicos cuya aplicación debe quedar claramente asentada en que se gastó y cuánto. Incluso los propios candidatos al final de la jornada deberán hacer su propio ejercicio de reflexión financiera, para diagnosticar si la aplicación de esos dineros siguiendo el criterio de sus partidos fue la ideal.

OPERACIÓN ELECTORAL EN LUGAR DE PROSELITISMO
Creemos que aquí se debe de abrir un futuro debate para dejar claro ¿qué conviene para satisfacción del elector? Elegir entre candidatos fantasmas porque el recurso no se utiliza en proselitismo, sino en operación el día de los comicios, o un ejercicio propagandístico que presente a los candidatos(as) ante los ojos del electorado. En el primer caso es como ir al super y comprar a ciegas.
Por algo en las reglas de juego iniciales se establecía que dicho presupuesto era exclusivamente para promover el voto y que debía ejercerse dentro de los 45 días de campaña concluidos el 29 de mayo, pero se sentó un precedente en otra elección, de otra entidad en 2017 y ahora hay testimonios de que en alguna campaña el recurso se permitió aplicarlo hasta el día de los comicios.
Déjeme decirle que el proceso electoral que concluye nos deja en lo personal insatisfechos en cuanto a la promoción, sentimos que pese a los antecedentes que ya describimos, debe de discutirse en el caso de Tamaulipas si esto de la aplicación del recurso de “promoción del voto para los candidatos” debe de regularse, por ejemplo un porcentaje para la campaña y otro para la operación el día de los comicios.
Siempre hemos tenido candidatos fantasmas en el caso de los partidos chicos, pero no se vale en el caso de las principales fuerzas electorales y sobre todo cuando se les ha asignado un recurso, eso hay que dejarlo para el PVEM, PT, PRD y otros que casi desaparecieron del mapa tamaulipeco y hacen campaña de su bolsillo, no de prerrogativas, que son privilegios del recurso público.