El PRI no levanta en Tamaulipas, por lo menos eso revelan las encuestas de Massive Caller que ha tomado el pulso a las campañas y en los principales municipios del estado sus candidatos no logran ni siquiera el 10 % de aprobación ciudadana, este porcentaje fue el que registró en las elecciones intermedias de 2019 y puede ser peor cuando se trata de elegir a los representantes populares más cercanos al pueblo.
Es cierto que hoy están cumpliendo 10 días de proselitismo las campañas municipales, pero todos los partidos tienen un peso propio al que se suma el capital político que pudieran traer los candidatos, algunos conocidos y con trayectoria como Mercedes del Carmen Guillén en Tampico, sin embargo estos atributos no han sido suficientes como lo testifica de alguna manera la aprobación de 8.6 por ciento que le atribuye la firma antes referida a Paloma.
También hay rostros nuevos como Alejandro Montoya por el municipio de Victoria, quien alcanza un 8.6 por ciento de aceptación; en Nuevo Laredo las esperanzas del Tricolor estaban cifradas en la exdiputada federal Cristabell Zamora quien logra un 6.6 de por ciento de simpatías. En Reynosa sólo un 6.2 % aprobó la candidatura del priista Benito Sáenz Barella.
Los cuatro son buenos candidatos si partimos de sus respectivas trayectorias, curriculum y presencia en sus municipios, y debieron haber tenido un despegue decoroso. Pero la reprobación lograda por el PRI con 92 años de historia, es una losa de mucho peso sobre los hombros de los candidatos tricolores.
Los candidatos a diputados federales llevan 22 días de campaña pero no han sido evaluados por ninguna encuestadora, mientras que, quienes buscan una diputación local o presidencia municipal, tienen 8 días de andar quemando suela.
No es sorpresa que el duelo electoral tendría como principales actores a los elementos del PAN y de Morena, casi todos en empate técnico, con la excepción de Jesús Nader de Tampico que lleva más de 20 puntos de ventaja a su más cercana oponente Olga Sosa Ruiz de Morena.
En Nuevo Laredo Yahleel Abdala Carmona por el PAN y Carmen Lilia Canturosas Villarreal por Morena las separan 2.5 puntos a favor de la primera.
En Reynosa los buenos oficios de Maki Ortiz han fructificado a favor de su hijo Carlos Peña Ortiz quien aventaja con 8.8 puntos al candidato azul, Jesús María Moreno “El Chuma”.
En el municipio de Victoria Pilar Gómez y Eduardo Gattás los separaban 2.6 puntos; el panista Jesús Nader, quien va por la reelección, aventaja por 27 puntos a Olga Sosa de Morena.
Podemos decir que estas cifras son del despegue, durante la campaña algunos candidatos crecerán y otros por el contrario, o se estancan o decrecen, es el caso de Victoria donde Pilar Gómez avanza con un crecimiento de 1.5 por ciento, mientras que Gattás que ya estaba estancado, puede retroceder, hay que mencionar que un grupo de feministas piden a los victorenses votar por cualquier opción menos por el susodicho, esto a raíz de hacerse públicos sus antecedentes como golpeador de su esposa.
El comentario final en torno a este tema, es que en la lucha por conquistar el voto, el PRI se enfrenta a una doble corriente, es cierto que muchos dicen, “cuando creímos que estábamos muy mal, no percibimos que podíamos estar peor”, sin embargo ese titubeo no es suficiente para devolverle la confianza al partido.
MORENA AJUSTARÁ CUENTAS AL INE
Esta semana inició con declaraciones del Presidente López Obrador y del Senador Ricardo Monreal que traslucen en ambos casos, que en la cúpula morenista ha tomado nota de que es muy probable que tras las elecciones del 6 de junio pierdan el control de la Cámara de Diputados, y por eso se apresuran a modificar la ley y meter en cintura al árbitro electoral, así como las reformas que convengan al régimen, todo antes de que concluya la LXIV Legislatura, lo cual ocurrirá el 31 de agosto próximo.
Declaraciones por separado, del Presidente López Obrador y del senador Ricardo Monreal, dan testimonio de que se preparan para tener en la Cámara de Diputados una bancada de Morena sin mayoría calificada. El Jefe de la Nación ha mencionado en varia ocasiones, la última de ellas este lunes, que en caso de no tener las ¾ parte de los votos a su favor tiene la vía del veto, y de alguna forma sugiere que los opositores aunque tengan mayoría no lo van a detener.
También este inicio de semana Ricardo Monreal declaró, que si en los próximos comicios no logra Morena la mayoría calificada, impulsarán un periodo de sesiones extraordinario para modificar las leyes electorales, “vemos que el árbitro (INE) por momentos se convierte en parte, y abandona su labor de arbitraje imparcial”.
Explica Monreal, que procesarán la reforma en julio o agosto, como una estrategia política y legislativa. Por el contrario, si Morena mantiene la mayoría, la reforma se llevaría a cabo hasta el primer periodo de sesiones de la próxima legislatura.
Definitivamente lo que para Monreal es estrategia, para otros es agandalle, pero eso ocurre cuando se entrega tanto poder a una sola bancada, y en esas condiciones se puede dar el caso de que se repita el episodio de 2007, en que por presiones del PRD, el Senado avaló una reforma electoral que ordenó, la salida del entonces presidente del IFE y de otros dos consejeros.
Morena hará valer la mayoría calificada que tendrán en la próxima Comisión Permanente, en virtud del número de diputados y senadores morenistas con sus aliados, ostentan una representación del 67.5 % del voto, Morena por si solo tiene el 51.3 %.
El voto ciudadano tiene la palabra el 6 de junio.