Con la sucesión estatal prácticamente a la vuelta de la esquina en Tamaulipas, una pregunta surge natural:
¿A cuál partido le empieza a ser urgente definir el rumbo de ese proceso en esta patria chica?
Le invitó a observar el escenario político estatal para tratar de disipar esa duda.
Si usted lanza una ojeada a los institutos políticos que con seguridad pelearán por el Estado, se empieza a dibujar la respuesta. A excepción de MORENA y de Acción Nacional, los cuales hasta el momento poseenuna plataforma sólida para disputar el Palacio de Gobierno, los demás contendientes tienen un futuro oscuro en cuanto a posibilidades de obtener la gubernatura.
Vamos si me permite, por partes.
El Partido Revolucionario Institucional, padece graves problemas en dos sentidos: El económico y la definición de sus aspirantes. El primero lo mantiene en una astringencia financiera que casi no le da margen de acción y por lo tanto reduce de manera drástica sus probabilidades de triunfo. De eso se desprende el segundo, debido a que son muy pocos quienes levantan la mano para lanzarse al ruedo envueltos en la bandera tricolor.
Se podría decir que el PRI no tiene prisa para resolver esa coyuntura. No hay disputas internas y en consecuencia no hay forcejeos por la candidatura como antaño era normal en esas siglas. Puede esperar todavía.
Esas circunstancias son aún más complicadas para el Partido de la Revolución Democrática, que navega con grandes dificultades en Tamaulipas para mantener su registro. Seguramente habrá valientes que busquen esa representación, pero también con certeza ninguno de los interesados desembolsará dinero propio a sabiendas de que ganar la gubernatura es lo mismo que pensar en que viajarán a la luna. No son competencia y por lo tanto, tampoco tiene prisa.
En el terreno de Movimiento Ciudadano, sus directivos y militantes tienen muy claro que Tamaulipas no es Nuevo León, donde las élites empresariales definen los rumbos. En esta geografía MC sigue dependiendo de decisiones centralistas que hasta ahora no arrojan una figura medianamente capaz de sostener una batalla real en las urnas. Ni de lejos tienen prisa los emecistas.
Del resto de camarillas y chiquillaje ni hablar, Para qué perder el tiempo.
Eso deja al PAN como solitario rival, de a deveras como dice la voz popular, frente a MORENA, pero con una diferencia. En estos lares aún prevalece un mando local que conserva el control de sus huestes. El candidato panista será, a querer o no, el que se decida en el tercer piso del 15 Juárez en Ciudad Victoria.
Hoy los aspirantes azules con tamaños se reducen a prácticamente dos figuras que sienten cercana la posibilidad, pero que no van a pelear entre sí porque lo último que quieren es morir políticamente antes de llegar al proceso. Esperarán a que La Voz se pronuncie. Si hay prisa aquí, aún es poca.
¿Y qué sucede en Regeneración Nacional?
En Tamaulipas, MORENA trabaja a marchas forzadas para no convertirse en una arena política. Una muestra de eso es la reunión celebrada apenas ayer en Ciudad Victoria.
A ella, convocada por Rodolfo González Valderrama con el apoyo de José Ramón Gómez Leal, asistieron Javier Villarreal Terán, José Braña, Isidro Ruiz, Jesús Galván. Alejandro Ruiz, Diego de la Garza e Ignacio Guerrero. El objetivo es reforzar la unidad partidista, aunque los indiscretos señalaron que en sus propósitos figura también cerrar filas contra la posibilidad de que Maki Ortiz de un golpe de timón y sea ella la candidata de MORENA. La inquietud surge de que los apoyos de la aún alcaldesa en la cúpula nacional ya demostraron en Reynosa pesar lo suficiente.
La intención de este grupo es fortalecer a MORENA, pero como esta reunión, con certeza habrá más con diferentes promotores y no con la misma urbanidad.
Es el momento de ese partido para tener cuidado. Cualquier descuido podría generar antes de diciembre una lucha sin límite de caídas y como dicen los amantes de ese deporte: “Con ficha”.
Sin duda, es MORENA el que necesita ya, empezar a dar luz sobre su candidato…
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