El supuesto proceso judicial en contra del Gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, por 3 cargos en su contra de parte de la Fiscalía General de la República en el sentido de presuntos vínculos con personas y dinero de dudosa procedencia, tiene visos de esta viciado. Es decir, la fiscalía de la republica lo mismo que los asesores de la Presidencia de la República y el propio Jefe del Ejecutivo Federal, se pasaron por el arco del triunfo el nuevo sistema penal acusatorio. Por lo mismo se intuye y se presume que el proceso sería con el sistema penal anterior.
En ese viejísimo modelo de procesar a un justiciable la premisa principal o mayor y las subsecuentes tenia como punto de partida exhibir al acusado. Era el primer paso del juzgador y el procurador de justicia, por ejemplo traigo a este espacio a Barrabas y a Jesucristo, ya que ese antiguo modelo era de origen romano como lo son la mayoría por no decir que todas los códigos y leyes que hay en el mundo con algunas excepciones.
En ese modelo, el acusado no tenía derecho a ser escuchado a presentar una defensa y defenderse como un ciudadanos que goza de derechos y obligaciones en una republica de instituciones. Es decir, puede ser acusado y aun cuando se libre de los cargos en su contra, ya la autoridad y los medios informativos cumplieron la función de exhibir al justiciable.
No obstante que haya presentado pruebas y evidencias suficientes para ser exonerado, para justificar que no violento ningún código ni leyes emanados de la constitución general. Pues aun así no tiene derecho a exigir la reparación del daño.
Esto debido a que las leyes mexicanas y las de la mayoría de los países de lengua romance y no, se inspiran en el código romano, donde a voz alzada en las plazas principales se exhibía y se juzgaba en una sola emisión a quienes había incurrido en un ilícito que justificaba un proceso judicial y penal que podía llevar a la justiciable a la muerte ipso facto -en el mismo momento-.
Esas eran las características del modelo de Roma en el que se inspiraban los procesos judiciales penales, mercantiles y civiles. Pues también a quienes incurrían en delitos como violación, cuando ingresaban a los penales la población penitenciaria les aplicaba el principio de ojo por ojo y diente por diente, es decir pasaban o pasan por las armas del reclusorio varonil.
Por cierto, hay testimonios y evidencia de justiciables procesados y sentenciados que “pasaron por las armas” del reclusorio en esta capital, que no incurrió en la violación de su hermana pero que fue denunciado por ella debido a que estaba de por medio una herencia -una huerta de naranjos- que sus padres habían dejado a los dos hermanos.
En ese orden y de regreso con la campaña mediática que prejuzga, juzga y sentencia al Gobernador de Tamaulipas, sin escuchar su defensa e ignorar sus pruebas, evidencias y argumentos de su inocencia, como a ocurrido con otros 2 gobernantes de esta entidad. Uno de estos enfrenta un juicio similar a los procesos romanos en el extranjero y el otro va en camino.
Lo interesante en el proceso que se presume hay del Gobernador Vaca, hubiera sido que su proceso se hubiera iniciado con el nuevo modelo penal acusatorio donde se privilegia la PRESUNCION DE INOCENCIA. Y allá el y su defensa sino argumentan su inocencia.
Lejos de “empapelarlo” como se dice en el mundillo de los Licenciados en Derechos. Ahora bien, la forma de como lo están procesando bien que la conocen el Fiscal General de Justicia de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica y lo mismo que su defensor Adolfo Aguilar Zincer, pues se forjaron en el modelo anterior aunque hicieron un apéndice de nuevo sistema penal acusatorio.