Ante la situación actual en las escuelas que se presenta cada mañana y mediodía principalmente, las autoridades han decidido poner manos a la obra y tratar de aliviar los graves problemas ocasionados por inconscientes que recogen a sus hijos y les importa menos que poco el respeto a los demás y a las leyes.

En ese sentido, se ha proyectado una intensa campaña de educación vial a través del departamento especializado, según lo ha puesto de manifiesto el jefe de capacitación y auxilio vial Francisco Ambriz Lazcano.

La verdad es que esta acción es urgente: en cada escuela, en cada institución se padece la inconsciencia de los padres que recogen a sus hijos: muchos de ellos se paran en doble o triple fila, sin importar el daño que ocasionan a la vialidad y a los demás. El egoísmo en todo su esplendor que daña y perjudica a los demás en tiempo y más.

Y dentro del programa que tiene como objetivo principal el quitarnos lo irresponsable a los que manejamos, se ha pensado que en la escuela primaria Leona Vicario se tiene un buen punto para arrancar este adiestramiento e instrucción, mediante un grupo denominado “Escuadrón Vial”, que, apoyado por autoridades, llevará a cabo acciones que redunden en beneficio de los niños de la escuela, automovilistas y sociedad en general, porque cada primaria grande significa un cuello en el tráfico con la consecuente pérdida de tiempo y modales.

Hay personas con un criterio tan pequeño que llegan con sus muchos kilogramos de más, se estacionan en doble o triple fila y encienden las luces intermitentes, pensando quizá que éstas, las luces, los hacen invisibles o pequeños o delgados, y con eso ya no estorban.

Han olvidado que las luces de referencia son para acciones emergentes y no para tirarse a la concha o a la irresponsable actitud de pensar en mí y solo en mí.

Muchos egoístas se estacionan sin pensar en lo que perjudican a los demás, y creen que con sus luces ya podemos pasar pro ahí: nada más absurdo que su forma de pensar y la acción que realizan. Los agentes de tránsito no los quitan porque, dicen, no les hacen caso.

Los escuadrones viales que conforman alumnos y padres de familia tienen un poco más de peso y representatividad, o al menos, les hacen un poco de caso quizá por pena o lo que sea, pero funcionan mejor.
De ahí la decisión de apoyarlo más para que en esos puntos críticos la autoridad respalde sus acciones y se pueda conjurar de alguna manera este grave problema de vialidad, propiciado por dos acciones solapadas por la autoridad: el incremento de carros de contrabando propiedad de gente que ha sido engañada pensando que les van a legalizar algún día, y el desconocimiento de la ley de tránsito y vialidad.

Años hace que no se establece un buen examen para obtener la licencia, pero no conformes con ello, miles manejan sin el permiso oficial correspondiente, y por ende, viajan ilegalmente, rompiendo con la ley y las que le siguen.

Dice Francisco Ambriz que hay puntos y localizados donde los padres no respetan nada y son más críticos que otros, aunque hay que reconocer que todos estos puntos son molestos.

Quiere la autoridad poner orden: el primer paso sería exigir licencia para conducir y placas legalizadas, sin importar el famoso “estallido social” que provocaría meter en cintura a todos y retirar unidades ilegales.
Como segundo punto, sería interesante multar fuertemente a quien se estacione mal, para que aprendamos a respetar. No hay otra forma desgraciadamente, y si pensamos en algo más leve, al rato será símbolo de pusilanimidad.

Es por ello por lo que la autoridad merece nuestro voto de confianza, pese a ser dirigidos en Tránsito por un perfecto desconocedor y prepotente espécimen.

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