Modalidad de producción en economía basada en la diversificación y separación de diferentes etapas de un proceso productivo. A través de la cadena de montaje se define un modelo caracterizado por la distinción entre pasos a seguir a la hora de crear un producto determinado. Por medio de la separación de tareas productivas es posible identificar y diferenciar los diferentes pasos a realizar. Todo ello mejora la optimización de recursos y la mejora constante por aprendizaje, pero se convierte en empleo, deja de ser algo apreciable y querido, un trabajo a través del cual uno se realiza, se transforma y se mejora.
La evolución del concepto de cadena de montaje permitió en la primera mitad del siglo XX el desarrollo exponencial de los sistemas de producción en masa gracias al factor de la especialización productiva. Fue la compañía automovilística Ford la empresa pionera en establecer este modelo en sus plantas, lo que permitió abaratar los coches y formar una frase, una familia, un auto. Cien años después, una persona, un celular.
Una de las características de este tipo de producción es que es altamente efectiva y recomendable a la hora de fabricar bienes replicables y de producción en masa. Esto exige que cada trabajador está destinado a cumplir función o tarea específica en el mapa productivo general, permitiendo realizar la misma más rápida y más eficientemente, gracias a la repetición. Alternativamente, al igual que sucedió con la mano de obra, también existió avance en términos de maquinaria, suponiendo la creación de tecnologías específicas para cada etapa productiva. La cadena supone la separación de la producción de las diferentes partes o piezas de un producto especializando por separado su producción para llevar a cabo el ensamblaje de estas.
Los principales puntos a favor de este modelo son: Evita colas y stock de producción, ya que esta es medida con mayor precisión en cada uno de los puntos o fases de la cadena. Facilita la creación de profesionales altamente cualificados en tareas muy concretas. Minimización de tiempos de producción y reducción de plazo.
Todo lo anterior se traduce en la reducción de costes para la empresa y, por tanto, mayor beneficio económico.
La utilización del modelo de cadena de montaje conlleva desventajas: Riesgo de caer en monotonía y que los productos no presenten novedades con el tiempo, ya que su rediseño supone el campo de toda la cadena. La especialización más pura en una sola tarea facilita la existencia de perfiles profesionales muy buenos para las mismas, pero más difíciles de readaptar a otras labores profesionales en situaciones de cambio o paradigma tecnológico o sector industrial. Con el paso de los años y la aparición de nuevas tecnologías y procesos el modelo de cadena de montaje se ha visto en desuso, ya que el modelo actual podría denominarse como mixto al combinar características de este con el modelo artesanal de producción.