Soy un sinfín de notas musicales, que en desorden, buscan la armonía; mi imaginación se desplaza por lugares insospechados, a veces con tonos altos, otras con tonos bajos, algunos audibles, otros imposibles de percibir, más los que logran escucharlos, en ocasiones, dicen que lo que hago es sólo ruido y como era de esperarse, el ruido suele ser molesto, los menos oyentes, aseguran escuchar algo parecido a la armonía, porque dichas notas los ponen a meditar, tanto, que cuando encuentran notas muy sublimes, de esas que tocan el alma, no saben si reír o llorar.

Hay notas tan confusas, que condicionan una revolución o un caos, entonces los escuchas explotan en sendas reacciones, algunos les dan por correr sin rumbo; a otros, de plano los paraliza y en un ataque de risa, pacientemente esperan a que pase el temporal, para que llegue la calma, pues mucho les interesa e intriga, descubrir lo que nadie puede escuchar.

Hay notas para llevar el paso pausado, y otras tan rápido,  que apenas puedes alcanzar, y es tan fino el sonido que producen, que parece una lámpara para encontrar los elementos perdidos de la tranquilidad.

Hay notas muy dulces, que todos quieren escuchar, mas  con el tiempo  terminan con empalagar, de hecho,  hasta se transforman en notas amargas y de su la actitud, hacen un gesto de desagrado, mas siempre habrá quien que de ello saquen buen provecho, al ver que con un sólo destello se puede evidenciar su personalidad, y al no quererla exhibir lo prefieren ocultar.

Sea cual sea el efecto, en quienes no vieron en las notas un defecto, no desean simular lo que son en realidad, por eso, aceptan con agrado el desentono, porque les va marcando el ritmo por el cual caminan con aplomo.

El que busca la armonía, se topará en su camino la paz, teniendo con ello, el buen tino de  la vida, con un pedazo de pan y un magnifico vino, para ponerse a soñar un sueño divino. Mas el que busca sólo mantener el ritmo  en simulada armonía, irá tropezando con su ira y quejándose por la vida.

Un buen consejo te doy, que si la gente te juzga loco, no lo tomes muy a pecho, pues quien critica al que se atreve para descubrir su genialidad, se irá apagando poco a poco, para dejarte brillar.

 

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