La buena noticia para irnos al fin de semana es que los aranceles quedaron en pausa, seguimos trabajando como nación en conjunto con los Estados Unidos y que en lugar de pronunciamientos y medidas reaccionarias, el domingo se hará una fiesta en el zócalo de la Ciudad de México; aunque a decir verdad, el evento masivo convocado por la presidenta para este fin de semana ya está de más, derroche de recursos sin motivo.

Después de la llamada entre Donald Trump y Claudia Sheinbaum, donde ésta le mostró datos del propio gobierno estadounidense de cómo se redujo el ingreso de fentanilo a su país más de un 40 por ciento tras el inició del Operativo Frontera en México, el presidente de los Estados Unidos reconoció el esfuerzo y decidió echar atrás la imposición de aranceles a los productos que forman parte del Tratado de Libre Comercio. Esfuerzos en materia de seguridad que no deberían hacerse para complacer a un país o a un presidente, si no por la propia seguridad y estabilidad del pueblo mexicano.

Claudia Sheinbaum ha demostrado en las últimas semanas su temple, astucia política y capacidad de negociación, la presidenta es una mujer muy inteligente y ha logrado superar los fuertes retos que se ha enfrentado durante sus primeros meses de gobierno. Pero las dificultades de negociación con nuestro principal socio comercial deberían ser una lección para nosotros, aprender a no depender tanto de los Estados Unidos, ni de cualquier otra nación.

El 83 por ciento de nuestras exportaciones van para Estados Unidos; en Tamaulipas, por ejemplo,  la industria maquiladora, el comercio y hasta el turismo dependen en gran medida de lo que ocurra del otro lado del río, los sectores eléctricos, electrónicos, de servicios y transporte son los más afectados con las decisiones que allá se toman. Tan solo en Reynosa al menos 140 mil empleos dependen directamente de la industria maquiladora de exportación, es decir, más del 50 por ciento del empleo formal que ahi se genera viene de las maquiladoras, mismas que trabajan solo para enviar sus productos a los Estados Unidos.

¿Ya nos damos cuenta de la magnitud del problema?

Necesitamos fortalecer nuestra propia economía, como decía la Secretaria de Desarrollo, Impulsar el uso de nuestros propios productos hechos en Tamaulipas, hechos en México, pero impulsarlo de manera real sino nos quedaremos siempre a la espera de lo que decida el vecino país del norte y sus presidentes, ¿no lo cree usted así?

Leo sus comentarios en mis redes sociales, que Dios los bendiga, gracias…