Siempre que ocurre un acontecimiento natural que afecta las condiciones de una región, se llevan a cabo innumerables acciones que, en ocasiones, no son reconocidas en todo lo que valen. La prevención de desastres es algo que hemos desarrollado de manera muy eficiente, considerando que somos una entidad que, por su posición geográfica, está expuesta a sufrir las consecuencias de fenómenos como huracanes, tormentas tropicales y más.

En esta ocasión, “Franklin” está rondando la entidad, dejando ya los primeros daños en Quintana Roo, y no sabemos si al momento de leer estas líneas se haya desvanecido, amentado su potencia y peligrosidad o simplemente, pasado con lluvias intensas.

Recordemos, los fenómenos meteorológicos no tienen reputación fija, es decir, de la misma manera que se espera que se potencialice su poder destructor, puede desaparecer y convertirse en depresión tropical, cambiar de rumbo en forma drástica y más.

Por ello, las autoridades tienen siempre planes de contingencia que deben ser coordinados por gente con experiencia en el ramo de Protección Civil, pero hay siempre el riesgo sanitario que nunca deja de estar presente en cualquier acontecimiento.

Por esa razón la secretaria de Salud, Gloria Molina Gamboa ha encabezado las acciones tendientes a garantizar la salud pública y cualquier situación que pudiera presentarse, y en la primera y segunda reuniones han establecido acciones prioritarias para, insistimos, conjurar desgracias.

No se puede evitar que entre una tormenta tropical, pero sí se puede evitar que deje daños, y hace muchos años que en Tamaulipas no se cuentan desgracias, por la eficiencia de los trabajos de protección civil, seguridad, salud, y la colaboración ciudadana. Un claro ejemplo de que cuando nos proponemos podemos hacer mejor las cosas.

Se lleva a cabo el Plan Estatal para la Atención de Desastres y Urgencias Epidemiológicas, considerando que ante una cantidad inusual de lluvias y vientos puede haber también inconvenientes de esa magnitud.

En cuanto a estos fenómenos, la Comisión Nacional del Agua ha anunciado que se prevé que el meteoro impacte en Veracruz, pero la preparación ante un virtual embate a nuestro litoral debe estar listo, porque, insistimos, este tipo de fenómenos no tiene reputación.

La titular de Salud Molina Gamboa recordó que el CESS se mantiene en sesión permanente por la temporada de huracanes, del 1 de junio y hasta el 30 de noviembre, cuando teóricamente debe concluir la presente temporada de este tipo de riesgos.

La secretaria estuvo acompañada del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Alejandro García Barrientos, directores de unidades en la región, jefes de jurisdicción y un “ejército de personas que trabajan para darnos tranquilidad.

Y hay, detrás de ellos, cientos –miles- de voluntarios que están en los sitios donde deben atender a la población, y que, en forma valiente y anónima nos garantizan bienestar, y ellos también merecen el reconocimiento de la sociedad.

Hay promotores, médicos, enfermeras, trabadores sociales y un sinnúmero de trabajadores de la SST y otras dependencias que arriesgan su integridad con tal de que nosotros estemos protegidos.

Y es cuando, en un acto solidario, sería bueno tener en cuenta sus recomendaciones. No deje de informarse a través de la radio o las redes sociales, para saber en qué momento tendríamos que atender su llamado de emergencia, o estar más tranquilos, que es lo que más se desea.

Este plan de contingencias aplica en las tres fases de los fenómenos naturales: antes, durante y después de que se presentan. Hay que evitar que las cosas lleguen a mayores, y la autoridad nos pone hoy el ejemplo.

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