El País

 

Siguen empeñados los articulistas de México en vaticinar el futuro de la nación tan semejante a Venezuela que ya rayan en la locura, sin argumento alguno, sostienen un discurso que en cierto sector de la población resulta muy aceptado, tan es así, que las expresiones de odio ya son muy comunes, incluso en personas con una amplia cultura y preparación académica.

La descalificación es inmediata, para todos los temas, pongo como ejemplo la más socorrida, “El tipo de cambio no tiene nada que ver con la economía del país”.

O peor aún, “Si las remesas se han elevado seguramente es porque están lavando dinero producto del narcotráfico.”

Algunos llegan al exceso de incluir en sus colaboraciones Links de la Secretaria del Tesoro de USA, en donde se menciona a México, pero tergiversando todo, suponen ellos que nadie de los que les interesa convencer leen en inglés, y sus seguidores que, si lo hablan, callan ante la barbaridad publicada.

La Ciudad

Matamoros es la sede el Festival Internacional de Otoño, lo vi nacer hace 30 años y esta semana he recibido por parte del Patronato y Cuerpo Asesor de Expresidentes del FIO, la invitación para dirigir los esfuerzos culturales por los próximos 3 años.

Me siento muy honrado con la confianza que depositan en mí, desde luego que acepto el reto a pesar de que ya me siento viejo, pero buscare el abrigo de las nuevas generaciones para poder sembrar la semilla de los próximos 30 años del FIO.

Sé que muchos jóvenes ahora participan en las actividades culturales organizadas desde el Patronato, así que nos avocaremos a darles el espacio suficiente para que se desenvuelvan con libertad y nos nutriremos de la experiencia de quienes ya han sido Presidentes del Festival.

Convencidos estamos de que a mayor cultura menos violencia, el FIO debe de llegar a todos los rincones de la mancha urbana, he sido testigo de la transformación, ahora nos toca servir y sé que, con la ayuda de todos, llevaremos la cultura hasta donde la aprecien.

 

 

La Capital

 

Pero pasemos a otras historias, porque la vida continúa y resulta que a Cd. Victoria llegó procedente de una ranchería de San Luis Potosí, una bien agraciada jovencita para trabajar de mesera en conocido restaurante de postín.

A este acude regularmente por las mañanas un amante de la letra escrita, para con su computadora, pergeñar notas publicables y ganarse el sustento.

El capitán de meseros, queriendo quedar bien, sabiendo de las exquisiteces del lenguaje que el aludido usaba para solicitar servicio, decide enviar a la nueva adquisición para la atención del distinguido cliente, anticipándole a ella que era un intelectual al que le publicaban sus escritos en los diarios.

Ella le preguntó, -En que le puedo servir Señor- y la respuesta inmediata fue, -Su exuberante belleza autóctona me podría dar la oportunidad de mejorar la especie, siempre y cuando usted acepte el coito sin compromiso alguno, mientras lo piensa, sírvame un café y unos huevos revueltos por favor-.

En la cocina en espera del pedido, aprovechó para consultar en su teléfono inteligente las palabras dichas por el cliente y a pregunta expresa del capitán sobre que le había parecido el personaje, ella simplemente contestó; muy letrado y BIEN MARRANO.

 

 

 

 

Jorge Alberto Pérez González

 

www.optimusinformativo.com                         

optimusinformativo@gmail.com