Los cambios que propone Morena al sistema electoral van más allá de los propósitos de austeridad, reducir al 50 % el financiamiento a los partidos políticos cuando la inmensa mayoría están quebrados electoral y financieramente, es una forma de desarmar al adversario.
Pero además prepara el desmantelamiento de los 32 Instituto Estatales Electorales con lo que vendrá un caos y a la larga los costos serán casi igual de altos en lo económico y mucho mayores en la destrucción de la certidumbre institucional que proporcionan actualmente los OPE´s (Organismos Públicos Electorales).
Con esa estrategia de debilitamiento económico y a la influencia de las administraciones estatales en el poder, para que no hereden un sucesor del mismo color partidario, se pretende allanar el camino a la bandera guinda. Los comicios de 2019 demostraron que Morena no es el partido invencible que se pensaba y que si bien ganó las 2 gubernaturas en juego, su votación decreció en más del 60 % en los estados donde celebraron elecciones.
Por eso la reforma política estaría construyendo condiciones favorables para Morena con miras de lograr victorias en 2021 cuando se estarán disputando las gubernaturas de Colima, Guerrero, Michoacán, Querétaro, Sinaloa, San Luis Potosí, Nayarit, Campeche, Sonora, Zacatecas, Baja California Sur, Chihuahua y Tlaxcala en manos del PAN, PRI y PRD.
El aparato legislativo federal morenista ya está haciendo la chamba que le corresponde, pero el partido permanece estático en varios estados, incluyendo los que tienen gobernador morenista, esto es producto del ascenso de un movimiento social al poder sin experiencia política y que todavía no ha logrado sentar las bases para convertirse en auténtico partido.
La Reforma Política morenista no será suficiente para logar el objetivo de 2021 mientras carezcan de auténticos dirigentes de partido. El Comité Directivo Estatal de Tamaulipas 18 días después de los comicios permanece cerrado, luciendo cartulinas con mensajes alusivos al malestar de un sector de la militancia.

LA RENOVACIÓN ESTATAL DE MORENA
En noviembre próximo celebrarán la Asamblea de Consejo Nacional para elegir a quien sustituirá a Yeidckol Polevnsky, o bien su eventual ratificación. Para el efecto se requiere 10 militantes o consejeros por distrito federal, lo que para Tamaulipas representa 90 morenistas y en el país 3,000 elementos que votarán a su próximo presidente.
El clima que empiezan a vivirse en los estados, no sólo en Tamaulipas, revela que ese grupo social animado para construir un país donde no impere el dedazo, el favoritismo y por el contrario se construyan oportunidades de igualdad para todos, no puede sentar sus bases en un partido donde sus dirigentes estatales son seleccionados desde la cúpula, la versión que circula en lo local es que si las candidaturas de distrito y plurinominales fueron impuestas, no permitirán que esto persista en lo que viene.
En ese ambiente hay un círculo vicioso del que no parece haber principio, ni fin. Fue acuerdo de la Asamblea Nacional que tanto Polevnsky como los 32 dirigentes estatales permanecieran un año más en el periodo, pero en Tamaulipas no se ve movimiento de la actual Comité Directivo Estatal. En las entidades donde hay cierto orden, se trabaja en la capacitación de sus cuadros, los están formando no sólo en el conocimiento partidista, sino en el desempeño de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
El Gobierno Federal morenista puede solucionar el problema de manera rápida pero con el riesgo de desmantelar a su grupo de activistas fundadores. Recordemos lo que le ocurrió al PAN cuando llegó a Los Pinos y empezó a otorgar puestos en la alta burocracia a sus militantes tamaulipecos, precisamente a sus líderes, el partido se debilitó.
En este caso, la manera fácil de contentar a los que protestan es otorgándole premios de consolación en el servicio público a costa de desactivar el proyecto local. También falta compensar a los candidatos perdedores que pusieron lo mejor de ellos, no sólo esfuerzo, sino también de su bolsa.
En ese círculo de opciones está Morena para resolver el malestar hacia su interior y poder abrir nuevamente sus puertas, prepararse para renovar la dirigencia estatal, confirmar a sus representantes en los 9 distritos que votarán por la dirigencia nacional y ponerse a trabajar en la formación de cuadros que buena falta le hace.