La pista aérea más grande en la estructura del Gobierno del Estado de Tamaulipas, siempre ha estado en la nómina de la Secretaría de Educación. En cada inicio de sexenio cuando llega un nuevo como titular de esa dependencia, éste se sorprende del alto número de “aviadores” e intenta abatir el problema, lo cual no ocurre, o bien se ejecutan unas cuantas intervenciones y todo sigue operando igual, es decir con sustracciones al presupuesto por salarios no devengados.

Tal parece que los “aviadores” es un mal necesario, quizá porque forman parte de una estructura de operación política electoral. La cuestión es que, gobiernos van y vienen y este mal sobrevive.

La actual secretaria, Lucía Aimé Castillo pastor, declara haber tenido que rescindir el contrato a 12 personas que no justificaron su desempeño laboral en ninguno de los centros educativos del Estado. También reconoce de entre 30 y 40 personas que han sido objeto de bajas, desconocemos  en que estriba la diferencia de uno y otro concepto pero coinciden en un propósito, cancelar el pago de salarios no devengados para el servicio de la educación.

Asimismo la funcionaria de acuerdo a la entrevista del periodista Josué Escamilla, publicada en el portal de Hoy Tamaulipas, ha manifestado que existe el propósito de meter orden en la dependencia a su cargo, procediendo siempre dentro de lo que establece la ley.

Estas acciones desde luego que son buenas, pero falta muchísimo por depurar. Un homólogo de Lucía Aimé del pasado reciente, nos confió que lo que había detectado significaba una erogación de varios millones de pesos mensuales, lo cual al año, esa desviación no era cualquier cosa.

Pero por lo que usted quiera, por lo menos en dos sexenios en que hemos tenido cercanía con igual número de secretarios, la depuración no se autorizó. Veremos que ocurre en un gobierno de la Cuarta Transformación.

            EL BUEN HUMOR DE GEÑO

Sin duda los 6 años de encierro le dieron a Eugenio Hernández Flores la oportunidad de revalorar los dones que la vida nos obsequia, entre ellos la libertad, la amistad, la capacidad de reflexionar y sobre todo de buscarle la parte amable a todas las cosas.     Alguien me preguntó si el buen humor que Geño proyecta como candidato a senador en campaña por el PVEM es auténtico; y el cuestionamiento lo hizo porque tuvimos la oportunidad, igual que un nutrido grupo de periodistas de convivir con él en días pasados.

La pregunta también surgió, porque las crónicas de su campaña proyectan amenidad, alegría, y nada de amarguras por el injusto encierro de 6 años, por el contrario saca provecho de su encarcelamiento por las bromas que con frecuencia hace respecto a ese tema.

Déjeme decirle que Geño valora la parte positiva que le dio el encierro en un reclusorio, que en pocas palabras lo podemos resumir en un fortalecimiento de su interior, que hoy le permite disfrutar con mayor plenitud la vida. Y en uno de esos “chascarrillos”, dijo, “hasta me dan ganas de darle las gracias”, refiriéndose al autor de su encierro.

La realidad es que Hernández Flores lo que obtuvo fue un crecimiento interior, esa es la “luz” que hoy lo alumbra, le marca un rumbo, y sigue siendo el hombre con cualidades de servicio, siempre disponible a ayudar dentro del marco de sus posibilidades. En pocas palabras no perdió su esencia humanista, por el contrario se fortaleció, y con esa sensibilidad busca  representar a los tamaulipecos en la Cámara Alta del Congreso de la Unión, ahí donde se toman las grandes decisiones para nuestro país.

            DAN MANTENIMIENTO A UNIDADES DE SALUD RURALES

Los centros y casas de salud que operan en el medio suburbano y rural de Tamaulipas, están siendo objeto de una minuciosa revisión para atender sus necesidades más apremiantes en rehabilitación y mantenimiento, algo que era urgente y que hoy ocupa la atención de la Secretaría de Obras Públicas del Gobierno de Tamaulipas.

Para el efecto el secretario de la citada dependencia, Pedro Cepeda Anaya está realizando visitas de supervisión para levantar los requerimientos que reclaman estas unidades de salud para estar en condiciones de prestar sus servicios de manera óptima a los habitantes donde funciona cada una de estas instituciones.

La tarea no es fácil puesto que existen 296 de estos centros de salud, que es la célula básica del servicio, que son de gran importancia por la labor de medicina preventiva que realizan, en este número se incluyen unidades médicas móviles.

 Lo importante es que estas unidades de salud de atención primaria y de servicios básicos, son el principal recurso para ofrecer atención integral a los tamaulipecos en los lugares más apartados, y ahora están recibiendo el mantenimiento que requieren para cumplir de manera óptima sus funciones.