Hace aproximadamente un año, la Auditoría Superior de la Federación, como presidencia del Grupo de Trabajo sobre Fiscalización de Gestión de Desastres en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, propuso al Consejo Directivo de OLACEFS un adendum a los términos de referencia que regulan la labor del grupo, con el fin deampliar su mandato para considerar los dañospropiciado por los desastres biológicos, como las epidemias o pandemias y un Plan de Acción Regional COVID-19, el cual busca establecer mecanismos que respalden las capacidades de las EFS de la región latinoamericana y del Caribe para hacer frente a las repercusiones de la pandemia de COVID-19, a partir del intercambio de experiencias, conocimientos y buenas prácticas.
Uno de los ocho ejes de acción de este Plan es la realización de auditorías coordinadas. En ocasiones anteriores ya he explicado los múltiples beneficios que tanto las EFS como los ciudadanos obtienen de estos ejercicios. Las EFS incrementamos nuestras capacidades, los entes auditados obtienen recomendaciones oportunas y pertinentes para mejorar su gestión insumos valiosospara la toma de decisiones, así como una mejor vigilancia de la actuación de los gobiernos, lo que, por consecuencia, redunda en una mejora en calidad de vida de la ciudadanía.
Recientemente el presidente de OLACEFS, presentó una iniciativa para realizar una Auditoría Coordinada al Objetivo de Desarrollo Sostenible: garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. Esta auditoría ha quedado a cargo de una fuerza de tarea del Grupo de Trabajo de Fiscalización de Desastres, liderada por la Contraloría General del Perú y cuenta con la participación de equipos auditores de 15 EFS de América Latina y el Caribe, incluida la ASF, además de la Corte de Cuentas de Italia, invitado permanente.
Esta Auditoría busca impulsar el cumplimiento de las metas relacionadas con el ODS 3 Salud y Bienestar, en el contexto de la pandemia de COVID-19. Esta crisis sanitaria ha evidenciado su importancia de la salud como una condición indispensable para el desarrollo sostenible y el bienestar social, por lo que es indispensable contar con sistemas de salud accesibles, eficientes y eficaces, en todos los países de la región.
En este escenario, las EFS deben contribuir al fortalecimiento del sector salud vigilando que los recursos destinados a ello, se ejerzan de manera eficaz, económica, eficiente, efectiva y transparente, haciendorecomendaciones para mejorar la gestión de la pandemia para hacer frente a los riesgos y amenazas de cualquier otra contingencia sanitaria.
Para garantizar el éxito y pertinencia de esta auditoría, los equipos auditores involucrados se están capacitando para adquirir y robustecer sus conocimientos técnicos sobre el sector salud, desarrollar sus habilidades para el uso de herramientas y tecnologías digitales para facilitar la fiscalización y conocer la metodología para realizar auditorías coordinadas.
La diversidad de los diseños institucionales y enfoques técnicos de las EFS participantes también enriquecerán a la auditoría y, además, nos permitirán aprender de nuestros pares para mejorar la revisión de las políticas de salud pública en el marco del cumplimiento de la Agenda 2030 y fiscalizar con mayor capacidad y solvencia técnica, lo que contribuirá a preservar la vida de millones de personas.
Complemento de lo anterior es el esfuerzo de capacitación que se realiza entre los 22 paísesmiembros de OLACEFS y en el proceso de digitalización de la fiscalización superior en los que la ASF lleva un liderazgo, iniciando ya auditorías digitales en nuestros tres frentes: cumplimiento financiero, desempeño y gasto federalizado.
De lo que comentare en otra oportunidad.