La experiencia de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en las cadenas de valor rurales, ofrece conocimiento de las causas que afectan el desarrollo del espacio rural. En América Latina, la población rural en situación de pobreza es de 46%; en el espacio urbano es 24%, lo que explica la migración del área rural a la urbana en busca de más oportunidades de trabajo, aunque ambas enfrentan restricciones similares como son falta de acceso a nueva tecnología, política industrial que no fortalece cadenas de valor productiva, escaso financiamiento por lo que tienen baja capacidad para comercializar sus productos. En el centro de la entidad tamaulipeca, 70% de la pequeña y mediana industria cierra sus puertas en los primeros tres años.
Los desafíos en desarrollo productivo son: Institucionales: Reglas, arreglos, formas de coordinación que impactan el desempeño productivo; de Sostenibilidad ambiental: Desarrollar actividades productivas sostenibles con énfasis en proteger el medio ambiente; de Comercialización: Condiciones de mercado que afectan comercializar productos y servicios del área rural y acceso a mercados locales, interregionales y extra regionales; de Productividad e innovación: Tamaño y desempeño tecnológico, educación y capacitación, innovación y financiamiento.
En Guatemala, 77% de la población rural tiene ingreso medio por debajo de la línea de pobreza. En Honduras, 82%; en Nicaragua 66%. El país con menor concentración de población rural ensituación de pobreza es Costa Rica, 22%. En la Región, 35% de hogares urbanos vive en condición de hacinamiento excepto Costa Rica, Honduras y Panamá, y 50% en zona rural. Dos de cada diez hogares no cuentan con vivienda de calidad en área urbana, cifra que se triplica en área rural. El 13% de los hogares urbanos no cuenta con abasto de agua potable adecuado; en la zona rural es 24%. El 13% de la vivienda rural no cuenta con servicios de saneamiento. En energía eléctrica, 9 de cada 10 hogares que no cuentan con este servicio se ubican en zonas rurales.
Son muchas las causas que tienen en pobreza a media población en América Latina. La principal es la política gubernamental. No es posible implementar una reforma agraria para mejorar la producción por conflictos bélicos y procesos de inestabilidad política de gobiernos que usan como bandera reformas sin establecer una política de desarrollo en el país, por lo que no hay un programa de reforma agraria, por lo que no se destina presupuesto al desarrollo rural, lo que provoca falta de servicios de apoyo (asistencia técnica, capacitación, financiamiento) para los beneficiarios de la transformación agraria. Al no ser el campo una política de gobierno, persisten problemas de titulación y seguridad jurídica de la propiedad. La pobreza encuentra alivio al rentar o vender las tierras y migrar a otros países en busca de trabajo.
Las restricciones en la producción obedecen a que al productor no se le brinda financiamiento; tiene escaso o nulo acceso a capacitación y asistencia técnica; le falta infraestructura, equipo y tecnología; el bajo nivel educacional dificulta la asociación, lo que evita conocer el mercado y generar economías de escala, por lo que es escasa la alineación de programas de producción con las demandas de la cadena. El procesamiento de productos primarios es escaso por falta de financiamiento al igual que la falta de infraestructura, equipo y tecnología. Hay desconocimiento para cumplir estándares de calidad y buenas prácticas que no permiten generar economías de escala. No hay desarrollo y formación de recurso humano.
En cuanto a comercialización, es escaso el acceso al mercado de consumo. En el país 30% de los productores participa. Prevalece en México la falta de información de mercado (precios, canales de distribución, condiciones de oferta y demanda) Se carece de poder en la negociación dado que la producción es mínima. Se carece de transporte para los productos y hay desconocimiento de estrategias de promoción y ventas, absoluta falta de vinculación con compradores.
Es histórica la situación en el campo. Es una cadena de valor que encabeza el rey y desciende por los nobles, se sostiene por el ejército y los labriegos aran la tierra y pagan impuestos para que los demás elementos de la cadena de valor se queden, precisamente con el valor del esfuerzo de quienes producen.