La política de austeridad aplicada por el gobierno federal ha chocado con las practicas consumistas de la población, que incluyen desde la empleada doméstica o el obrero asalariado, lo mismo que los grandes inversionistas.
Un de los repudios hacia la política del estado mexicano radica en la clase media, donde la población tiene vicios arraigados como el consumo desmedido de los bienes, que se justifica en gran parte, debido a las practicas inducidas de la política capitalista.
A cuyos estímulos son vulnerables las nuevas generaciones, aunque es una política lanzada después del medio siglo anterior, ante cuya corriente los estudios de la sociología latinomericana, lo mismo que otras ciencias humanistas, advirtieron sobre la necesidad de aplicar ejercicios de reflexión y análisis para revertir esa tendencia.
Sin embargo, las instituciones públicas y privadas de los países latinoamericanos lejos de desalentar conductas consumistas, les dieron rienda suelta de tal manera, que una parte importante de los trabajadores asegurados y eventuales enfrentan problemas con la banca, que libero créditos a través de dinero plásticos.
De manera que la entrada en vigor de una recesión de hecho no por decreto, ha producido empleados cuyos talones de pago quincenales tiene salarios de cero ingresos, por falta de previsiones y de acciones para revertir el sobre endeudamiento.
Porque ante la ausencia de dinero fresco, los consumidores obtuvieron recursos por la vía del agiotismo, que parece más bondadoso que la banca privada pero al final del proceso de gasto beneficio y gasto capital inventariado, lo que hay es un sociedad descapitalizada y endeudada.
Es ese escenario que heredo el gobierno federal mexicano y en partes, son esas las causas de la descomposición que se observa en la mayoría de los países latinoamericanos y de otros continentes, donde privan las mismas debilidades.
Por ello uno de los temores de la banca extranjera que administra la mayoría de los ahorros y los ingresos de los mexicanos, su temor principal fue hasta antes de la elección del 2018, que la nueva administración federal aplicara una nacionalización de la banca, cuyo temor sigue vigente por parte del sistema bancario.
En ese sentido, las administraciones federal y estatales porque es un problemática presente lo mismo en los estados del norte que del centro y el sur, los gobiernos han fortalecido las acciones proteccionistas dirigidas a los sectores con mayores necesidades económicas.
Pero las dificultades principales para dar cobertura a las necesidades de carácter social es enfrenta a la ausencia de recursos así como a la adversidad política de los grupos, partidos y actores que gobiernan se resisten a renunciar al poder que la población les ha conferido.
En este sentido, habría que entender también la caída del alemanismo del sistema político y económico mexicano y habrá que ver cual es el impacto que este tendrá en Tamaulipas, ese fenómeno.
Luego que la semana que concluyo le fueron aseguradas las acciones a Miguel Alemán en un de los emporios televisivos más importantes del país y, según a trascendido a nivel nacional, otras empresas de esa índole no presentan esos riegos debido a que transitaron a otros mercados donde daban coberturas a nuevas necesidades de la sociedad contemporánea.
Aunque el asunto de los medios enfrenta un proceso inédito de cambio, donde más de uno se extinguió y los que están vigentes no tienen asegurada su permanencia en el mercado y las empresas nuevas que han surgido en el rubro, tienen futuro incierto.
Los desafíos centrales de cualquier tipo de medio son principalmente la desaparición de un mercado cautivo, en gran parte porque para las nuevas generaciones dejaron de ser atractivos los medios tradiciones. Aunque algunos contenidos son parte de los ejercicios pedagógicos que se aplican en la educación básica y superior.
Por otra parte, debe ser alentador por los habitantes de Tamaulipas enterarse, que en los últimos 3 años del gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, el flujo de la inversión extranjera directa fue del orden de los 4, 757 millones de dólares. Representa el 4.7 de la inversión extranjera directa a nivel nacional.
Lo que le a permitido a Tamaulipas estar por encima de entidades como Jalisco, San Luis Potosí, Puebla, Baja California, Guanjuato y Chihuahua. Las inversiones proceden de Estados Unidos, Italia, España, Australia principalmente.