¿Cómo las personas comunes se convirtieron en multimillonarias? Thomas C. Corley, planificador financiero y contador público, dedicó 5 años a estudiar hábitos de los multimillonarios. Gracias a esta investigación, publicó el libro “Change your habits, change your life” (Cambia tus hábitos, cambia tu vida) El autor se entrevistó con 233 personas con ingresos de 160 mil dólares anuales y activos netos por valor de 3.2 millones. De estos, 177 se hicieron millonarios desde abajo.
Según Corley, 80% de los millonarios no tenían nada hasta antes de los 50 años y todos iniciaron sus fortunas casi de la misma forma. Los millonarios que se hicieron a sí mismos, antes de tener su fortuna, se proponían ahorrar entre 10 y 20% de sus ingresos. En Estados Unidos, la tasa promedio de ahorro es 8%.
Lo más importante, en los años previos a tener fortuna; eran muy cuidadosos sobre la forma de ahorrar. Usaban una estrategia que Corley llama “sistema de cubetas”, el cual divide los ahorros en cuatro categorías: para el retiro, gastos específicos, gastos inesperados y gastos cíclicos. El ahorro para el retiro contemplaba los sitios en donde se invertía y un plan para gastarlo después. En gastos específicos, están costos de educación, boda y pago de casa. La tercera, es un fondo para gastos de emergencia; una cuenta destinada a solventar una emergencia médica o la pérdida repentina de trabajo. Los gastos cíclicos es dinero para regalos de cumpleaños, fiestas y vacaciones.
De acuerdo con el estudio de Corley, estas categorías fueron cruciales para la mitad de los millonarios. Eventualmente pudieron vivir con el 80%, o menos de su salario neto, se mantuvieron constantes con estos hábitos y jamás hicieron alarde de su fortuna. Sobre todo, aprovecharon el tiempo para aventajar a los demás.
El ahorro es un hábito que los mexicanos no tienen. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018 (ENIF), 15% de la población ahorra de manera formal; el 31% lo hace informal y 32%o usa ambos sistemas. 22%, no ahorra en absoluto.
Se considera que no se gana lo suficiente como para hacer un apartado para ahorro, sin embargo, el que no podamos ahorrar se debe a la forma en que se gasta. El ahorro se basa en diseñar y ejercer un presupuesto realista, un balance de ingresos y asentar cada gasto que se realiza. Se debe evaluar una vez ejercido el consumo de servicios, el grado de satisfacción por estos flujos, para identificar mejores marcas o se tomen decisiones de ahorro.
Si viajas en Uber o taxi regularmente, considera cuánto gastas mensualmente. La opción es buscar alternativas para compartir el transporte y el gasto, o reducirlo a momentos en que sea realmente necesario. Internet en casa, indispensable, pero contratar el paquete premium adicionales, con 250 megas para el internet, valora si haces un uso completo de los servicios. Teléfono celular y datos, es fácil saber qué tanto gastas en datos y si haces uso de todo el paquete contratado. Entrega a domicilio: Hacer pedidos es muy cómodo, pero si pides de manera regular, aumenta el gasto. Servicios de streaming: Tener opciones de entretenimiento es deseable, pero considera cuántos servicios tienes y cuántos de ellos usas realmente.