Nadie que quiera a su patria desearía para sí y para el resto de sus compatriotas, una nación dividida por los resentimientos, las venganzas y los rencores; el mismo candidato que se vea favorecido por los sentimientos descritos, de consolidar su anhelo y conseguir salir victorioso en la elección, sabría, que no podría gobernar un país con una alta incidencia de demandas ciudadanas, que desde el primer día de mandato exigiría la solución de todos sus problemas, buscando con ello saciar a toda costa los sentimientos de insatisfacción, generados por la falta de justicia, de equidad y de seguridad, que se han visto exacerbados, por un lado, por los quebrantos ocasionados por las ambiciones personales o de grupo, de quienes han defraudado la confianza del pueblo.
El ambiente enrarecido por tantos dimes y diretes, o por los evidentes descalabros políticos y administrativos, no permitirá a una gran masa del electorado, ver más allá de la proximidad de un presente agraviado por la desesperanza, que exigirá a la brevedad, la reparación inmediata y sin excusas del daño, alimentados por la idea de que México sigue siendo un país donde sobreabunda la riqueza a pesar de la rapiña, y en donde sólo se requiere de una administración impecable de los recursos, de inicio, en los reglones prioritarios, que a la vista de todos son demasiados, por lo que sin duda, habrán de frenar con la temporalidad requerida, el desarrollo y el progreso del país, para estar a la altura de las exigencias de la incontenible demanda de la globalización.
Si se toma en cuenta la situación descrita, no le bastaría un sexenio al próximo presidente, para satisfacer en todo al mexicano de hoy, y mucho menos del futuro próximo, de ahí la necesidad de reformar la Constitución, para permitirse, de entrada, al menos un segundo período, reformas que sólo se podrán aprobar si se tiene el control mayoritario de ambas cámaras.
¿Quién podría demandar cumplimiento a un presidente, que en su momento podría solicitar más tiempo para cumplir sus promesas, sin pensar el ciudadano, que en el camino podría irse consolidando un extremoso cambio del sistema político mexicano, que termine con las garantías individuales?
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