Desde los 90s, la hiperglobalización impera. Hay crecimiento acelerado de flujo transfronterizo de bienes, servicios y capitales; incremento de migrantes a países industrializados, lo que generó insatisfacciónpor varias causas: la economía y el comercio mundial se frenan por recesión 2008 y 2009; la débil recuperación económica golpea la inversión social; pese a la reducción de la pobreza en el mundo, la distribución del ingreso se deterioró en economías avanzadas; el aumento sostenido de la inmigración en Estados Unidos y Europa.
Una economía mundial de capacidad tecnológica y competitividad distinta genera desequilibrio. En la medida que los países deficitarios carecen de mecanismos de compensación, reducen su crecimiento, nivel de empleo y gasto en bien social para evitar mayor deuda externa; se aumenta la desigualdad y se genera recesión, el equilibrio social se abandona. En México se sufren los ajustes por el déficit que llevó a reducir el gasto de servicios a que el Estado se ve obligado proporcionar por mandato Constitucional, aun así, la administración de Peña Nieto duplicó la deuda externa de 4 a 8 billones de dólares. Un misterio el paradero de esa fortuna, como en general la real cuenta pública del país.
La distancia entre países líderes y economías periféricas se amplía, reducirla es difícil cuando la tecnología digital se mueve rápido y genera fragmentación y concentración empresarial. Proliferan plataformas digitales con acceso al mercado de requerimientos locales, de productos y servicios; y aumenta la concentración de mercado por grandes empresas de países desarrollados y emergentes con presencia mundial.
La inversión tecnológica en plataforma digital crea innovación: Sector automotriz (vehículos autónomos o inteligentes) Agricultura (Internet con conexiones máquina a máquina) Internet transforma cadena global de valor en plataforma global. El empleo aumenta en automatización (puesto calificado) y cae en actividad rutinaria. Se invierte en investigación y desarrollo tecnológico; farmacéutico y químico, computación y electrónica, aeroespacial, electricidad, automóviles y autopartes; la infraestructura y obra se ven relegadas.
La globalización disminuyó pobreza y desigualdad. Por primera vez, el porcentaje de población mundial en pobreza extrema es menor a 10%. La expansión de China redujo la pobreza en países exportadores de recurso natural y parte fuerte del empleo de manufactura de países avanzados se fue a países en desarrollo por menor costo laboral. En México la industria aeroespacial es importante pues se trata de empleo capacitado, bien pagado; supera a la automotriz. La desigualdad global disminuyó, pero aumentó la desigualdad interna en los países. Los ingresos de la clase trabajadora y media de países desarrollados se estancaron.
Trump ataca al Globalismo exigiendo que abra fuentes de empleo en su país bien pagadas. México acepta las condiciones que los grandes inversores exigen para establecerse a costa de la primera exigencia, mantener salarios reducidos, más las condiciones de exención de impuestos, facilidades para tener infraestructura, etc. Los países se defienden de los efectos negativos de la globalización. México continúa sacrificando a los trabajadores para beneficio de los millonarios.