La primavera se sumó al verano por la alta temperatura que sufrimos y trajo al presente el desabasto de agua, problema resuelto hace más de 3 décadas. Agua y ecosistemas; bosques, humedales y pastizales son parte del ciclo del agua. Toda el agua dulce depende del funcionamiento y continuidad de estos sistemas. La relevancia del agua generó iniciativas por la ONU, “Agua para la vida” para asegurar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para las personas.
Es claro que el aumento de la población, la urbanización explosiva, cambios en la dieta y crecimiento económico, impulsan la demanda de agua, energía y alimento. Es la agricultura, el sector que consume la mayor cantidad de agua, 30% del total. El agua es recurso finito, los tomadores de decisión deben tomar medidas en la gestión de recursos hídricos, protección de ecosistemas, suministro de agua y saneamiento en sus prácticas y políticas, lo que falló en Ciudad Victoria, no hubo planeación eficaz y lo que se hizo no resultó eficiente para garantizar el abasto a la población sedienta de la ciudad.
Otra cuestión importante, es el impacto del cambio climático. El agua es el más importante recurso natural comprometido e impactado. La disponibilidad y accesibilidad de agua es menos predecible por fenómenos naturales recurrentes potenciados por el cambio climático. La sequía agrava la escasez del recurso y afecta negativamente salud y productividad. Garantizar el acceso al agua y a los servicios de saneamiento es estrategia esencial para mitigar efectos del cambio climático.
La escasez del recurso hídrico es la falta de disponibilidad física, ausencia de eficacia institucional para asegurar un suministro regular o la deficiencia de la infraestructura asociada. Afecta a todo el planeta, pues el consumo de agua aumentó más del doble respecto a la tasa de crecimiento de la población en el último siglo. La gestión de la calidad del agua para la salud, los ecosistemas, el desarrollo social y económico es cuestión a tomar en cuenta pues la población crece y las cuencas hidrográficas se degradan.
El abasto de agua es prioridad, en consecuencia los sectores productivo e industrial deben profundizar y multiplicar soluciones en las áreas que se vinculan a la disminución de la contaminación y el manejo de las aguas residuales. Es un reto la gestión del agua durante su ciclo; la captación, sub procesos de pre tratamiento, distribución, uso, captación y post tratamiento; reúso, y devolverla al medioambiente.
El consumo de agua industrial es 22% global, en Norte América y Europa es de 50% y 12% en los países en desarrollo. Con la rápida industrialización de los países, se espera que esta proporción se incremente por un factor de cinco en los próximos 10 años, por lo que la cantidad de agua residual generada y las descargas asociadas de desechos se incrementan. Al considerar las escorrentías agrícolas y las descargas industriales, el volumen de aguas residuales aumenta más. En el mundo, 80% de aguas residuales vuelven al ecosistema sin ser tratadas o reusadas, lo que significa una irresponsabilidad política total, lo que lleva a un desastre ecológico.
En Ciudad Victoria no somos capaces de separar la basura que generamos; la autoridad local no implementa un programa para industrializar la basura ni obliga a que se implemente un programa de tratamiento de agua residual. En lo ecológico, el Municipio presumía ser líder mundial y resultó, como en todo su aparato, un fiasco.

Abasto de agua
La primavera se sumó al verano por la alta temperatura que sufrimos y trajo al presente el desabasto de agua, problema resuelto hace más de 3 décadas