Estamos a menos de dos semanas de que se lleve a cabo la elección judicial en México y en Tamaulipas, un ejercicio inédito que nos permitirá elegir por voto popular a los próximos jueces y magistrados, no sólo federales sino locales y aunque muchos ciudadanos no estuvimos de acuerdo con la reforma al Poder Judicial, lo cierto es que ya es una realidad legal y democrática. Y si algo debemos tener claro, es que cuando hay urnas, hay que ir a votar.

 

En Tamaulipas, sin embargo, han comenzado a surgir campañas para desalentar la participación ciudadana. Las principales voces son las de los panistas, como por ejemplo, el diputado local Ismael García Cabeza de Vaca, quien abiertamente ha exhortado a no votar en este proceso electoral. Su argumento es que algunos candidatos tienen vínculos con grupos delictivos, además asegura que esta elección es una maniobra de Morena para desviar la atención de los señalamientos que pesan sobre su hermano, el exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca, a quien acusan de tener a su servicio al Poder Judicial, mismo que le ha concedido amparos y más amparos para no ser detenido.

 

Pero seamos claros. Una cosa son los pleitos políticos entre Morena y el PAN, y otra muy distinta que quieran desacreditar toda una elección que nos está costando cientos de millones de pesos. Según datos oficiales, en Tamaulipas esta elección representa un gasto de 188 millones de pesos sólo en su organización, son parte de los 586 millones aprobados al IETAM para todo el proceso electoral. No podemos permitir que ese dinero, que es de todos, se vaya a la basura por intereses particulares.

 

Las campañas de desprestigio se lanzan en un contexto de por sí complicado. Los candidatos, que no son políticos, no saben hacer campaña, muy apenas se les ha visto en redes sociales, no están haciendo, o no están pudiendo hacer un buen trabajo para darse a conocer; además, en Tamaulipas, la participación electoral ha sido baja en procesos recientes.

 

En la elección extraordinaria de 2023 para senador, apenas votó el 21.6% del padrón. En la de gobernador de 2022, poco más del 53%. Y ahora, con estos candidatos desangelados y mensajes que siembran desconfianza, el panorama se complica aún más. Sí de por si la gente no sale a votar normalmente.

 

Debemos entender que la política no es un juego ni una revancha, aunque muchos lo vean así. Votar no es un favor al sistema, es una responsabilidad con nosotros mismos. Y si ya estamos aquí, si ya se invirtieron millones y millones en esta elección judicial, lo mínimo que podemos hacer es ejercer nuestro derecho y hacer valer nuestra voz.

 

Por cierto, si no tiene ni idea de quiénes son los candidatos y sus perfiles, ingrese a la página de CONOCELESTAMPS.MX ahí viene toda la información que necesitará para tomar una decisión el 1 de junio

 

Que Dios los bendiga, gracias. Leo sus comentarios en mis redes sociales…