Estando fuera de Mexico recibí la información de lo sucedido en el estadio del partido de fútbol entre el Querétaro y el equipo campeón Atlas. Me rehuso a ver los vídeos que circulan en redes sociales y chats de WhastApp. Cuando uno mira sucesos de violencia se va perdiendo la sensibilidad y de esa forma dejamos de sorprendernos y se toman las cosas como normales.

Es un día triste para México, para el fútbol, para el deporte y para nuestra sociedad. Dios brinde resignación a todas las familias que están sufriendo en este momento y que nos ayude a aprender de este suceso.

Espero que todos quienes participaron en el paguen las consecuencias y que esta tragedia nos mueva a todos quienes estamos en el deporte a trabajar en implementar medidas y protocolos preventivos.

El Consejo Mundial de Boxeo lleva un par de años trabajando con el Centro Internacional para la Seguridad Deportiva ICSS (sus siglas en el inglés) y se está avanzando en el primer objetivo que es crear el código de comportamiento de boxeadores y sus equipos. El centro es una organización internacional sin fines de lucro con sede en Doha, Qatar. Se estableció en 2010 y se lanzó formalmente en marzo de 2011, con una misión global para promover y proteger la integridad y la seguridad del deporte

Hemos tenido sesiones con todos los integrantes de la industria del boxeo, promotores, televisoras, etc … Y es así como se le está dando forma a dicho código para implementar a nivel mundial en el boxeo.

Hemos visto con gran preocupación como las agresiones verbales y físicas en los eventos previos a los combates. Es ya común ver que en las conferencias de prensa y los pesajes se armen tremendos alborotos que inclusive han llegado a los golpes.Cada uno de estos incidentes es reprobable y son una posible tragedia en puerta.

El resultado de esas broncas se ve reflejado en venta de boletos y pago por evento. El morbo por ver un evento que se “calentó “con agresiones, empujones y golpes, lleva a que los aficionados sigan con mayor expectativa dicha pelea.

No solamente está mal por el gran peligro de que alguien salga lastimado, también esto va totalmente en contra del espíritu del boxeo el deporte en general.

El deporte es un medio maravilloso para tener una sociedad sana y feliz. Cada atleta en las canchas o gimnasios es un joven fuera de las calles donde hay tantas tentaciones que llevan a los jóvenes por el camino del mal.

El deporte es competir para demostrar que el sacrificio, trabajo, pasión y entrega valió la pena y buscar triunfar de manera limpia y honorable. El fair play es mil veces más común que la trampa .

Que increíble es ver que tras doce rounds de golpes al término del combate invariablemente los púgiles se encuentran al centro del ring y se funden en un abrazo y se reconocen sus virtudes y valentía y se convierten amigos de por vida.

Román “Chocolatito” González derrotó contundente al mexicano Julio César rey Martínez y de esa forma se hizo acreedor al prestigioso cinturón diamante que el WBC otorga como premio especial en muy selectas peleas entre boxeadores de elite . El nicaragüense es ya un boxeador legendario, campeón en tres divisiones y a enfrentado a lo mejor de cada una de ellas.

Gran triunfo que deja ya lista la tercer pelea contra Juan Francisco “gallo” estrada por la supremacía del peso súper mosca , Martínez fue muy valiente y merece todo el reconocimiento pues no tan solo subió de peso mosca para salvar la cartelera al quedar fuera Estrada por COVID , pero también fue con tan 5 semanas de anticipación.

¿Sabías qué?…Los castigos a los actos que ponen en riesgo la integridad física de los atletas y aficionados debe ser fuertemente castigados. Mike Tyson mordió la oreja arrancándole un pedazo lo cual causó una terrible batalla campal entre los aficionados en el Mgm. Tyson fue multado con 3 millones de dólares en 1997.

Anécdota de hoy… Don José además del Boxeo, lo apasionaban otros deportes, entre ellos el beisbol y el futbol. Siempre condenó la violencia que se generaba entre los aficionados dentro y fuera de los escenarios deportivos. Aunque trataba de no decirlo públicamente, él también fue víctima en una conferencia de prensa, que además de haber quedado inconsciente algunos segundos por el golpe que recibió en la cabeza, tuvo como secuela de por vida de un zumbido en uno de los oídos. Fue aquella mañana del 22 de enero de 2002 en Nueva York, en la reunión previa con los medios de comunicación, de la pelea entre Lenox Lewis y Mike Tyson. Se perdió el control y ambos equipos, con pesos pesados, se agredieron teniendo como resultado cayendo varios encima de mi papa, que se encontraba atrás de una cortina, con las consecuencias de que “escucho mi ritmo cardiaco en todo momento, sin que se haya solucionado, desde aquel día…”