La Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (CONCACAF) sancionó al árbitro mexicano Marco Antonio Ortiz después que este le solicitó un autógrafo a Lionel Messi, al finalizar el partido entre Sporting Kansas City e Inter Miami CF en los dieciseisavos de final de la CONCACAF Champions Cup.
El incidente, que se viralizó rápidamente en redes sociales, cuasó controversia en el mundo deportivo ; ya un vocero de CONCACAF tuvo que salir a decir que el árbitro aceptó su error y reconoció la infracción a las normas de la confederación, aunque el tipo de sanción aplicada no fue especificado.
La solicitud, realizada por Ortiz Nava para un familiar con necesidades especiales, se realizó después del silbatazo final del partido.
Sin embargo, el comportamiento del árbitro fue considerado inapropiado, ya que no se ajusta a las normativas establecidas en el Código de Conducta de Concacaf, que prohíbe a los oficiales del juego realizar solicitudes personales a los jugadores.
Este tipo de solicitudes pueden ser vistas como un conflicto de interés, ya que los árbitros deben mantener imparcialidad y profesionalismo tanto dentro como fuera del campo. A pesar de las explicaciones de Ortiz Nava sobre sus intenciones personales, la confederación dejó en claro que este tipo de acciones comprometen la integridad del arbitraje.
El incidente no solo generó reacciones dentro del arbitraje, sino también en los clubes involucrados. Sporting Kansas City, que tomó conocimiento de la situación, presentó el caso ante Concacaf y la Major League Soccer (MLS) con el objetivo de que se revisara el comportamiento del árbitro y se establecieran medidas preventivas para evitar situaciones similares en el futuro.