Terminó la segunda etapa de mi largo viaje y ya salgo rumbo a Turquía para continuar con los grandes planes del Consejo Mundial de Boxeo.

Se llevó a cabo el Festival Mundial de Boxeo Muaythai en la bella ciudad de Verona, en Italia. Fueron tres días de competencia al más alto nivel de calidad e intensidad en el mundo del Muaythai: 948 peleas en 6 rings, con peleadores de más de 90 países y una diversidad de categorías, desde infantil hasta élite, en ramas femenil y varonil.

La delegación mexicana estuvo muy bien representada y siguen los buenos resultados, con el liderazgo de Julio Gamboa al frente de WBC Muaythai México.

El Consejo comenzó el Comité Muaythai tras la expresa petición del adorado Rey Bhumibol Rama IX, quien sufría al ver cómo la milenaria disciplina nacida en su reino se distorsionaba grotescamente alrededor del mundo con pseudodeportes llamados “artes marciales” sin ningún tipo de respeto a la grandeza de la cultura y el arte detrás de este deporte.

Este próximo diciembre estaremos celebrando nuestra convención anual en Bangkok, Tailandia, y será una gran celebración en la que, por primera vez, el boxeo y el Muaythai se unirán para esta cumbre universal.

Ya se dio el combate que generó expectativas y una gran diversidad de opiniones entre los aficionados a nuestro deporte, así como entre los villamelones que siguen el boxeo en redes sociales, especialmente cuando los famosos influencers están involucrados.

Mi querido Julio César Chávez Jr. perdió por decisión unánime ante Jake Paul. No pude ver la pelea por el horario, pero los comentarios en medios de comunicación y redes sociales coinciden en que fue una pelea de un solo lado. Hay mucha crítica a la falta de actividad de Julio, lo cual coincide con las tarjetas de los jueces, que le dieron unánimemente los primeros siete episodios a Paul. Esta fue la última oportunidad para Chávez Jr. de hacer algo en el boxeo, y ojalá tome la decisión de colgar los guantes. Estoy muy orgulloso de saber que está bien, que lleva más de un año limpio, y le pido a Dios que lo ayude a seguir así.

Jake Paul desea llegar a ser campeón mundial. Ganar esta pelea fue un buen paso hacia adelante; lo que necesita es seguir enfrentando a boxeadores, siendo lo ideal que pelee contra un clasificado mundial para así poder acabar con tanta especulación.

Canadá tuvo mucha actividad del WBC este pasado fin de semana. Christian Mbilli noqueó en un round al experimentado Maciej Sulecki, ganando así el campeonato interino WBC del peso supermedio. El polaco Michal Cieslak sorprendió al mundo noqueando en cuatro rounds al local ex campeón mundial Jean Pascal, para ganar el título interino crucero. Ahora deberá pelear ante el argentino Yamil Peralta.

El martes pasado, el nuevo campeón mundial interino de peso mosca, Francisco “Chihuas” Rodríguez, recibió el cinturón que tanto aspiró y anheló a lo largo de su carrera. Al acariciarlo y con atenta observación en su diseño exclamó: “¡Fue lo que aspiré desde niño: este era mi gran sueño de poderlo ganar y que fuera mío!”. Tuvieron que pasar 10 años para que nuevamente conquistara un título del mundo. Ahora que lo tiene, dice que debe de trabajar más duro porque quiere ser campeón absoluto de nuestro organismo. Desde Monterrey, el Chihuas está consciente de que ahora las peleas para él serán más difíciles y acepta el reto que esto implica.

¿SABÍAS QUE… El Rey de Tailandia le pidió a mi papá que el Muay Thai fuera supervisado por el Consejo Mundial de Boxeo, porque este deporte se estaba desvirtuando en su esencia y nuestro organismo podría apoyar para que no perdiera sus raíces y fuera como se concibe en Tailandia, con el reglamento que se originó. Don José aceptó y asumió el reto. El Muay Thai sigue con sus tradiciones de origen y se vigila para que siga con la esencia con la que nació en esta tierra, en donde es un deporte popular con todo lo que implica.

ANÉCDOTA DE HOY… Don José consideró Tailandia como una segunda patria, porque hizo grandes amigos en ese país y fue recibido en varias ocasiones por el Rey de Tailandia. En sus giras, que duraban varios meses por diferentes países para ver asuntos del Consejo Mundial de Boxeo, una de sus paradas por el Oriente siempre era este país. De broma decía que ya tenía su casa allá, que era el hotel Península y como huésped de la habitación 114. Así era Don José… le apasionaba mucho ese país.