Por años, la comunidad científica creyó que Urano carecía de calor interno, a diferencia de otros planetas gigantes del sistema solar. Sin embargo, una reciente investigación internacional encabezada por científicos de la NASA y la Universidad de Oxford ha desmentido esa creencia.

La publicación, presentada en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, concluye que Urano sí emite más energía de la que recibe del Sol, lo que confirma que posee una fuente interna de calor, aunque menor que la de su vecino, Neptuno.

“Desde el vuelo de la Voyager 2 en 1986, se pensaba que Urano era frío internamente”, explicó Amy Simon, del Centro Goddard de la NASA. “Pero eso nunca encajó del todo con lo que sabemos sobre los planetas gigantes”.

El equipo liderado por Patrick Irwin, físico planetario de la Universidad de Oxford, analizó datos de décadas obtenidos por telescopios como el Hubble y modelos computacionales de última generación. Descubrieron que Urano refleja más luz solar de lo que se creía, lo cual habría generado un error en los cálculos anteriores sobre la energía térmica que emite.

Gracias a estos nuevos análisis, se estimó que el planeta emite cerca de un 15% más energía de la que recibe del Sol, un indicio claro de una fuente de calor interna aún presente.

Este hallazgo no solo cambia la manera en que se entiende la evolución térmica de Urano, sino que también podría aportar pistas clave sobre el comportamiento de exoplanetas helados, similares en tamaño y composición, que se descubren con frecuencia en otras partes del universo.