En Corea del Sur se está poniendo de moda el ‘Space-out’, una competición a la que cada año se apuntan más personas y que consiste en no hacer “absolutamente nada”: “Alguno de esta mesa podría ser un auténtico campeón”, asegura Thais Villas colaboradora del juego.

“La prueba dura 90 minutos y solo hay que estar quieto, mirando al vacío, sin dormirse, sin hablar y sin reírse”, explica la colaboradora, y añade que a los concursantes se les “revisa el ritmo cardíaco cada 15 minutos para ver que no están muertos”. Además, esa también es una parte fundamental de la prueba porque gana quien “mantiene las pulsaciones más bajas y recibe más votos de la audiencia”. “Me he apuntado a la próxima”, sorprende Miki Nadal, que asegura que “tiene las pulsaciones muy bajas”.

A pesar que para otras personas es un juego extraño, para los coreanos es normal y cada vez se siguen apuntando más al juego.