Con una letra improvisada para alertar sobre el covid-19 y al ritmo de “Sopa de Caracol”, el sacerdote Sergio Valverde acaparó las miradas y comentarios en Costa Rica durante la última semana mientras el país vive su momento más crítico por la elevada tasa de contagios.
En su habitual misa dominical, transmitida por redes sociales, el reconocido cura hizo un nuevo llamado a la prevención con el uso correcto de las mascarillas y el distanciamiento necesario para prevenir más contagios del coronavirus.
“Sin la mascarilla, hay covid pa ti, covid pa mi”, dice el estribillo que Valverde repitió varias veces el domingo en la parroquia de Cristo Rey, al sur de San José.
En entrevista con The Associated Press, Valverde asegura que no tiene escrita la canción en ninguna parte, pues se trató de una idea improvisada y no esperaba tener tanto alcance.
“El tema del covid nos está afectando a todo el mundo, hay dolor, hay sufrimiento, yo como sacerdote miro a tanta gente sufriendo, enferma, con dolor, gente que no tiene trabajo y se está muriendo de hambre y quise aportar un poquito”, comentó.
La preocupación del padre Sergio no es casual. La misma semana en que su canción se hizo viral, Costa Rica registró 2 mil 781 casos nuevos el jueves, la cifra más alta en un solo día desde que se registró el primer caso en el país en marzo de 2020.
El miedo de las autoridades era evidente desde días antes, pues cada día son menos las camas disponibles en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales públicos, cuya ocupación llegó a 95 por ciento. El último reporte del Ministerio de Salud al 30 de abril muestra que Costa Rica superó ya los 250 mil casos acumulados de covid-19, de los cuales 44 mil 741 están activos y las muertes suman hasta el momento 3 mil 231.
El crecimiento exponencial en el número de casos hizo que desde este lunes los comercios no esenciales en la región central del país tengan que cerrar durante una semana, mientras que regresó la restricción vehicular por número de placa, en horario de 5 de la mañana a 9 de la noche.
Valverde es mejor conocido en Costa Rica por su asociación Obras del Espíritu Santo, una organización que se ha dedicado a dar albergue a niños y jóvenes en abandono, así como dar alimento a las familias más pobres del país.
Según el sacerdote, la crisis económica que desencadenó el covid-19 es más que evidente en los “precarios” (asentamientos de familias en pobreza), donde el hambre y la necesidad se han multiplicado.