Ni todas las medidas de seguridad del Museo de Louvre pudieron detener un ataque directo en contra de la Monna Lisa, todo pasó este domingo cuando un hombre llegó disfrazado al museo para lanzar un “ataque” a la pintura.

El responsable llegó al museo en sillas de ruedas, por lo que se encontraba más cerca de la pintura que los otros asistentes. Además, usaba una peluca y un sombrero con los que, sospechan, trataba de ocultar su identidad.

En un descuido, el hombre se levantó de su silla y estampó en el cristal que resguarda el retrato de La Gioconda un pastel lleno de betún. En cuanto los guardias lo vieron corrieron a sacarlo del recinto.

Sin importar que lo sacarán de manera rápida, los presentes lograron captar el momento en que la pintura recibió el “pastelazo” y después el momento en el que sacaban al hombre del museo, quien gritaba cosas en pro del medio ambiente.

Esta no es la primera vez que un visitante ataca a la Monna Lisa, en el 2009 un turista le lanzó una taza de té que quedó destruida, en 1974 fue rociada con spray rojo pero no la alcanzó y en 1956 recibió dos ataques: uno con ácido y otro con una piedra, ambos provocaron daños a la pintura y fue cuando comenzaron a protegerla con vidrio.