Si nos sorprende que en nuestro país llegue a caer hollín cuando llueve, las condiciones climáticas de este exoplaneta superan cualquier expectativa, ya que al caer una precipitación natural rubíes, zafiros y diamantes son los que se desprenden de las nubes.
Sin embargo no caen perfectamente formados, como los encontramos aquí en la tierra, por lo contrario caen de forma líquida.
Las condiciones meteorológicas en Wasp 121-b son tan extremas que “tiene nubes de metales vaporizados”, por lo que permite que piedras preciosas caigan de las alturas. Según un artículo publicado en Nature Astronomy publicaron que dichas lluvias solo ocurren en perfecta oscuridad.
Este exoplaneta es uno de los más estudiados hasta la fecha, pues fue descubierto desde el 2015 y a pesar del reto que implica visualizar la atmósfera y condiciones climáticas de cuerpos celestes así, hoy sabemos que este tiene dos veces el tamaño de Júpiter.
Además de ser un gigante lleno de gases, tiene un movimiento de traslación sorprendemente veloz. Lo que más impacta son sus temperaturas que superan los 2,500 grados centígrados, según la cobertura de Science Alert.
Con estas características no debería ser sorprendente que lluevan diamantes pues científicos a cargo de investigar este exoplaneta dijeron que este fenómeno solo ocurre en la oscuridad de una noche perpetua. Esto ocurre porque se dan en su lado más oscuro en donde la luz de su estrella principal no llega.
Es por esto que es poco probable que este planeta pase algún filtro biológico para albergar vida.