El telescopio espacial James Webb ha logrado una hazaña científica al captar la primera imagen de los hielos formados hace 5.000 millones de años en el Sistema Solar. Este descubrimiento es parte del proyecto DisCO, que tiene como objetivo estudiar la distribución del hielo y el polvo en los cuerpos menores del Sistema Solar.

El proyecto es liderado por Noemí Pinilla-Alonso, investigadora del Instituto de Ciencias y Tecnologías Espaciales de Asturias (ICTEA) en la Universidad de Oviedo, quien también ha trabajado en el Florida Space Institute de la Universidad Central de Florida y es colaboradora experta de la NASA. Pinilla-Alonso y su equipo han centrado sus estudios en los objetos transneptunianos, aquellos que se encuentran más allá de la órbita de Neptuno.

El hallazgo, publicado en la revista Nature Astronomy, revela cómo la diversidad de colores y reflectancia superficial de estos objetos está directamente relacionada con los materiales presentes en el disco presolar, el cual originó el Sistema Solar. Según Pinilla-Alonso, el descubrimiento muestra que la composición actual de estos cuerpos refleja los materiales disponibles en la formación de los planetesimales, los objetos sólidos que dieron origen a los planetas.

El estudio identifica las moléculas responsables de los espectros y colores observados en estos cuerpos y los clasifica en tres grupos distintos, según las retenciones de hielos como agua, dióxido de carbono, metanol y compuestos orgánicos. Este hallazgo proporciona una “instantánea congelada” de la época temprana del Sistema Solar, ofreciendo una visión única sobre la evolución y composición de los objetos transneptunianos.