Hace unos días se celebró el Foro Europeo de Empleo y Derechos Sociales 2023, donde se discutió, previo al documento de regulación de la inteligencia artificial (IA) que se analiza para ser aprobado en estos días en esta región del mundo, cómo esta tecnología transformará las economías y aumentaría el PIB mundial en billones de euros en los próximos 10 años.

Al mismo tiempo, se puso sobre la mesa cómo las herramientas de inteligencia artificial presentan nuevos desafíos importantes para los derechos de los trabajadores, incluidas nuevas formas de automatización, vigilancia en el lugar de trabajo y discriminación.

Los conflictos laborales ya se ven afectados por la evolución de la IA en el lugar de trabajo. Por ejemplo, IndustriALL Europe ha pedido que se incluya el uso de inteligencia artificial y sistemas algorítmicos en los convenios colectivos. Otro ejemplo fue la huelga de actores y escritores de Hollywood, preocupados por las formas en que la herramienta tecnológica afectará su trabajo.

Con nuevas tecnologías como ChatGPT, el trabajo puede ser más eficiente, más rápido, más fácil y simplificado”, afirmó Nicolas Schmit, comisario de Empleo y Derechos Sociales de la UE. Sin embargo, “necesitamos garantizar que los trabajadores se beneficien de cada nuevo avance. El mayor desafío es establecer un sistema en el que los beneficios obtenidos con la IA se distribuyan de manera justa”.

UN ENFOQUE HUMANO
En un documento sobre este foro se explica que una formación integral en habilidades y sistemas sólidos de apoyo social serán fundamentales para garantizar que los trabajadores puedan adaptarse y beneficiarse de las nuevas tecnologías, un enfoque llamado “centrado en el ser humano” para la IA y la regulación.

El profesor Cristobal Pissarides, premio Nobel de Economía, recomendó que en lugar de luchar contra el cambio tecnológico, “necesitamos adaptar y capacitar las habilidades para ayudar a los trabajadores a prosperar. Los países con sólidos sistemas de apoyo social podrán utilizar la IA de manera beneficiosa para crear buenos empleos y mejores vidas”.

En la práctica, esto significa garantizar que las decisiones impactantes sigan siendo tomadas por humanos, en lugar de automatizadas.

Si bien los sistemas de IA tienen el potencial de proporcionar servicios altamente personalizados para los trabajadores con discapacidad, Maureen Piggot, tesorera del Foro Europeo de la Discapacidad, comentó que “la dura realidad es que las personas con discapacidad han quedado atrás debido a la revolución de la IA”.

El Foro Europeo de la Discapacidad ha declarado anteriormente que las tecnologías de inteligencia artificial corren el riesgo de ampliar la brecha de habilidades digitales.

Para aprovechar todos los beneficios potenciales de esta tecnología, será necesario incluir a un conjunto diverso de partes interesadas en la configuración de cómo se desarrollan y utilizan estas tecnologías en el lugar de trabajo. Más que nunca, los trabajadores tendrán que ser incluidos en las discusiones para determinar cómo se utilizan las nuevas innovaciones.

BRECHAS DE HABILIDADES
A principios de este año, la revisión anual del empleo y la evolución social en Europa para 2023 destacó desafíos importantes en el mercado laboral en respuesta a las transiciones digital y verde. El informe destacó que estas transiciones gemelas ya están presentando desafíos para las empresas y los trabajadores.

Consideremos esto a pesar de que 90% de los roles profesionales requieren actualmente conocimientos digitales básicos, mientras que 42% de los europeos todavía carecen de habilidades digitales.

Ben Butters, director general de Eurochambres, lo subrayó: Las empresas de toda la UE están luchando por contratar empleados con las habilidades adecuadas para la transición a la IA. Señaló la necesidad de habilidades tanto técnicas como transversales a medida que la inteligencia artificial se implementa cada vez más en el lugar de trabajo.

En el futuro será cada vez más importante garantizar que haya formación disponible a lo largo de toda la carrera de los trabajadores.

Sin embargo, ofrecer únicamente formación no será suficiente para apoyar a los trabajadores. Esther Lynch, secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), dijo que también será necesario dar a los empleados el tiempo y los recursos para completar estas capacitaciones.

Lynch volvió a enfatizar que los trabajadores deben ser parte de las discusiones que determinan cómo se implementan estas nuevas tecnologías en el lugar de trabajo y que necesitarán experimentar beneficios claros de ellas.

Las formas en que la IA transformará el mundo del trabajo no son inevitables. Más bien, son consecuencias de una deliberación activa y un debate social.

PIONEROS EN REGULACIÓN
La UE está negociando actualmente dos leyes innovadoras que regulan la IA: la Ley de IA y la Directiva sobre trabajadores de plataformas digitales.

La ley de IA, propuesta por primera vez por la Comisión Europea en 2021, establecerá un marco para regular las aplicaciones de IA según sus riesgos potenciales.

La directiva sobre trabajadores de plataformas digitales aclarará la situación laboral de las personas que trabajan en plataformas digitales y establecerá normas sobre el uso de la IA en el lugar de trabajo. A pesar de que la directiva contiene protecciones significativas para los trabajadores, informes recientes han demostrado que la legislación podría no impedir que los trabajadores de plataformas realicen “Robo-fires” automatizados.

Aunque las discusiones sobre las dos leyes están avanzando, la ley de IA recientemente se ha topado con un obstáculo ya que Francia, Alemania e Italia están retrasando las negociaciones.

Kim van Sparrentak, eurodiputada de los Países Bajos, enfatizó que la legislación se ha retrasado significativamente debido a los esfuerzos de lobby de las grandes empresas tecnológicas, afirmando que la regulación de la IA podría perjudicar la posición competitiva de la UE en la economía global.

Sin embargo, no se debe considerar que la regulación de la IA obstaculiza la innovación. Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, asegura que “establecer normas claras no frena la innovación. Al contrario, proporciona directrices para la inversión. Nuestro objetivo es garantizar que nuestros valores se preserven y se incluyan en esta revolución de la IA”.