Activision ha decidido posponer el nuevo juego de la franquicia Call of Duty previsto para el próximo año, una novedad en los planes de la editora que lleva casi dos décadas lanzando un nuevo título principal de forma anual.
La línea principal de Call of Duty no se renovará el próximo siguiendo los resultados poco satisfactorios que han obtenido con el último lanzamiento, Vanguard, que no ha llegado a cumplir las expectativas de la editora, que contrastan con él éxito que sí tiene el juego gratuito Warzone, lanzado en 2020.
Esta situación ha hecho que los ejecutivos de Activision entendieran que habían sacado un nuevo juego demasiado pronto, y por ello han decidido posponer el título que ya estaba en desarrollo, como han informado fuentes conocedoras de estos planes a Bloomberg.
Esta decisión no está relacionada con la reciente adquisición de la editora Activision Blizzard por parte de Microsoft, han asegurado las fuentes, que han señalado que la compañía tiene otros planes para el próximo año.
Así, el nuevo título que sí está previsto que salga a finales de este año recibirá nuevo contenido el próximo, e incluso la franquicia se ampliará en 2023 con un nuevo juego gratuito ‘online’ para ordenador.
En este último también colaborará el equipo de Treyarch, que desarrolla el juego pospuesto.
La decisión de posponer el nuevo juego de Call of Duty supone un cambio de estrategia en Activision, que desde 2005 ha lanzado un nuevo título principal de forma anual.