Su seguimiento continúa aumentando y ya supera a algunos deportes tradicionales.

Los deportes electrónicos son, hoy, un verdadero fenómeno. Ya superan los 500 millones de espectadores anuales. Aunque tenga cierta lógica que estas disciplinas estén ganando peso, dada la popularidad de los videojuegos, pocos imaginaban que los eSports iban a ser, en la actualidad, uno de los espectáculos deportivos más seguidos a nivel internacional. Lo cierto es que el gran salto ha ocurrido en los últimos 7 u 8 años, en los que se ha consolidado la organización de estos eventos con un público creciente. Pero la previsión es de un notable crecimiento mantenido para los próximos años. La pregunta parece clara: ¿cuáles son los motivos tras este fenómeno?

En realidad, las razones son diversas. Por un lado, tenemos el cambio generacional. Cada vez son más los nativos digitales, que conocen bien el mundo de los videojuegos, los que se convierten en espectadores de pleno derecho. El avance de la tecnología, además, representa un “campo de batalla” diferente en el ecosistema de los eventos relacionados con el deporte. Hoy, las redes sociales y las mejoras en las transmisiones benefician enormemente a los eSports, dado que la innovación se encuentra en su más puro ADN. Precisamente, las redes sociales son el método elegido para seguir estos acontecimientos, gracias a su naturaleza moderna y flexible, con más posibilidades de interactuar con el resto de usuarios. Este factor ha ayudado, y mucho, a expandirse a los deportes electrónicos.

Otro elemento relevante para este fenómeno ha sido la impagable publicidad que hacen algunos rostros conocidos de esta disciplina virtual. Especialmente, deportistas y ex deportistas. Por ejemplo, Sergio Agüero tiene su propio equipo de eSports, como también Verón o Aimar. El papel de los “streamers” no puede obviarse. Estas nuevas figuras de la comunicación tienen un gran protagonismo y añaden seguidores a estas disciplinas virtuales. Algunos de ellos, en la actualidad, ganan grandes sumas salarios gracias a este trabajo y a su popularidad.

 

También debemos tener en cuenta la heterogeneidad de los eSports. Como en otras disciplinas, cada jugador o equipo es experto en su materia. Lo hemos visto en otros deportes basados en la habilidad y la estrategia, como el póker; aunque uno de sus representantes más ilustres, Ben Spragg, precisamente también es muy aficionado a uno de los títulos estrella de los deportes electrónicos, el Dota 2. Lo que debemos tener claro es que no existe un único tipo de competición. Se trata de diversos juegos de diferentes géneros, como los MOBA, los “Shooters”, los deportivos… Cada uno de ellos con su propio público, lo que suma una importante cantidad de espectadores. Estos aficionados son, habitualmente, “gamers” que disfrutan tanto jugando como viendo jugar a los profesionales. Grandes conocedores del juego en cuestión que añaden la pericia del jugador experto a la retransmisión del “streamer” popular. Una fórmula perfecta para atraer a una gran cantidad de seguidores y añadir audiencia a los eSports.

Pero el crecimiento no es gratuito. Hay que poder aprovechar estos índices de audiencia para seguir comiendo terreno. Es por ello por lo que los deportes electrónicos están sabiendo rentabilizar el factor publicitario. De hecho, representa entre el 70 y el 80% de sus ingresos. Los anunciantes son conscientes del crecimiento y el potencial de los eSports y de que su público tiene elementos que le resultan muy atractivos. Las marcas invierten cada día más en este escaparate mundial. Eso dota de recursos a estas disciplinas para seguir creando eventos, ganar presencia y promocionar sus torneos y ligas que, a su vez, ganan sponsors de reconocido prestigio.

En definitiva, los gustos de los espectadores evolucionan y, con ellos, aparecen nuevos espectáculos que aglutinan un gran número de audiencia. Estamos en otra era. Una era de tecnología y de una sociedad que está muy familiarizada con ella y con sus usos. Una época donde las redes sociales son la forma principal de comunicación y los espectadores ya no quieren tener un papel pasivo: quieren interactuar con otros y con el evento que están viendo. Donde disfrutan visualizando a profesionales practicando esa afición que tanto les apasiona a ellos. Los eSports han venido para quedarse. Y todo parece indicar que seguirán creciendo y pasando por encima de muchos de los deportes que, hoy, llamamos “tradicionales”.