Aunque ómicron ha sido la variante dominante de COVID-19 en lo que va del 2022, es posible que el cuerpo de una persona infectada presente otras variantes del coronavirus SARS-CoV-2 de manera simultánea, prácticamente “a escondidas” del sistema inmune.
Dos estudios publicados a inicios de este año indicaron que este hallazgo podría explicar por qué el cuerpo tiene tantas dificultades para eliminar todos los rastros del virus.
“Algunas de estas variantes pueden usar células renales o del bazo como nicho para esconderse, mientras que el cuerpo está ocupado defendiéndose contra el virus dominante”, dijo Kapil Gupta, co-autor del primer estudio, publicado en Nature Communications
Científicos llegaron a esta conclusión luego de analizar la estructura del virus en partículas sintéticas, con el fin de determinar la manera en que la proteína spike (espiga) del coronavirus se adhiere a las células humanas.
Por la manera en que la proteína se adhiere a los ácidos grasos y el virus cubre la célula infectada, una variante puede evitar la detección de anticuerpos y aumentar la eficacia de la infección, acción que permitiría que más de una variante pase desapercibida.
“Parece que este bolsillo [en la proteína spike], construido específicamente para reconocer estos ácidos grasos, le da al SARS-CoV-2 una ventaja dentro del cuerpo de las personas infectadas, lo que le permite multiplicarse tan rápido”, dijo Imre Berger, codirector del Max Planck Bristol, co-autor de uno de los estudios.
¿Una enfermedad menos letal?
Irónicamente, aunque es más desafiante para el sistema inmune combatir dos infecciones al mismo tiempo, “cualquier recombinación entre dos variantes diferentes [del mismo virus] que se juntan [en el mismo cuerpo] probablemente desarrollaría un virus menos letal o menos funcional”.
Así lo indicó Stephen Hoption Cann, profesor clínico en la Escuela de Población y Salud Pública de la Universidad de Columbia Británica. Agregó que este hallazgo probablemente tendría un impacto menor a estas alturas de la pandemia:
“La variante de ómicron fue muy infecciosa e infectó a muchas personas y algunas se enfermaron bastante, pero ahora tiene más dificultades para propagarse debido a infecciones anteriores y a las vacunas”.
No obstante, el doctor Berger señaló que el hallazgo podría desembocar en el diseño de mejores tratamientos que se enfoquen en este bolsillo de la proteína espiga “precisamente porque está muy conservado, con una molécula antiviral hecha específicamente para bloquear el bolsillo”, dijo.