Con el objetivo de automatizar la red de Transporte Horizontal, la compañía Huawei, anunció los avances que han hecho con el puerto inteligente de Tianjin en China, el cual se caracteriza por ser inalámbrico, sin conductor y totalmente neutro a las emisiones de carbono.

Aunque el proyecto ha conseguido una conducción autónoma L4, lo que significa que no requiere ninguna interacción humana en el funcionamiento del vehículo, aún falta avanzar hacia otra escala. Sin embargo, con esta implementación, se ha logrado que una flota de 76 Vehículos Guiados Inteligentes (IGV) colabore eficazmente entre sí.

“Estamos avanzando mucho en la conducción autónoma, pero aún no ha llegado a la L5 superior. A pesar de ello, ya podemos poner en uso estas tecnologías en entornos controlados como los puertos con resultados sorprendentes”, señaló Joaquín Saldana, vicepresidente de Estrategia y Marketing de Huawei en América Latina y el Caribe.

A pesar de los avances, Saldaña comentó que existen tres grandes retos: uno es la dureza de los entornos de trabajo, con largas horas de trabajo extenuante junto con complejas operaciones continuas. Los riesgos de trabajar con maquinaria pesada.

En segundo lugar –dijo– están los riesgos de seguridad debidos a la fatiga del conductor o al mal uso de la maquinaria pesada. Y, por último, el problema del trabajo manual ineficiente.

Por ello “el Sistema de Transporte Horizontal Inteligente también dispone de mecanismos de seguridad en caso de anomalía, interrupción o emergencia. Huawei realiza una planificación dinámica de rutas cortas para garantizar que las rutas de los IGV nunca se crucen entre sí. De este modo, aunque los IGV se basen en 5G, se evitan las colisiones incluso si la red se desconecta bruscamente”.

Hoy en día, los puertos son una de las infraestructuras más importantes de cualquier ciudad. Cada día atracan cientos de barcos que transportan miles de contenedores con millones de tipos de carga diferentes. Por lo tanto, es increíblemente importante que las operaciones se realicen con el menor número de errores posible.