Cuando pensamos en la búsqueda de “vida marciana”, lo lógico es pensar inmediatamente en el planeta rojo, es decir, en Marte. Es que, lo más natural del mundo sería buscar vida en el lugar que da origen a su nombre. Puede resultar hasta sin sentido pretender la búsqueda de aliens en la Tierra y no en el espacio exterior, pero esto podría cambiar: hay científicos que están buscando vida marciana en el desierto de Atacama, al norte de Chile. Dado que, aparentemente, este lugar cuenta con características parecidas a las del vecino planeta.
Los astronautas siempre, durante sus entrenamientos, se preparan para todo. Es por eso que, en ésta región del país trasandino, se suelen llevar a cabo misiones análogas a las cuales deben sobrevivir a modo de prueba.
El sitio web de Nat Geo en Español publicó un informe donde explican puntillosamente que, dado que el desierto mencionado cubre aproximadamente el 30% del territorio del país, lo vuelve el escenario ideal y perfecto para la realización de pruebas para los astronautas, dado que tiene uno de los ecosistemas más áridos del mundo. Y, en consecuencia, uno de los más parecidos a la superficie marciana.
Con trajes de astronautas, los científicos que se predisponen a realizar las tareas de investigación en la región de Atacama, pasan larguísimas horas bajo el sol para hacer las pruebas.
En qué consisten las misiones de Atacama
El especialista de la Agencia Espacial Mexicana (AEM), Oscar Montalvo, explicó en una entrevista para el medio digital FayerMayer de qué se tratan las misiones análogas, como se las llama, en las que uno de los escenarios elegidos es la región del norte chileno: “Son pruebas realizadas en la Tierra, en las que se utilizan entornos naturales o artificales para simular misiones en el espacio. Y éstas simulaciones pueden ser de la Luna, Marte o dentro de una nave”.
Para el caso de Marte, es un planeta seco y muy desolado. No es apto para la vida tal cual como la conocemos en la Tierra, dado que también cuenta con un frío que nos resultaría insoportable.
Una de las cuestiones que debemos destacar, sobre éstas misiones, es que se acercan bastante a las condiciones del espacio exterior. El cuerpo humano no está listo, en su estado natural, para recibir la cantidad de radiación presente fuera de nuestro planeta. Dado que la Tierra está protegida por el campo magnético terrestre, naturalmente nos encontramos protegidos contra las partículas que producen otros cuerpos celestes.