El consumo de frutas, verduras, nueces y pescado ayuda a reducir el índice de mortalidad; en el caso de la población infantil se traduce en mayor ingesta de micronutrientes y mejor nutrición.
El mejor momento para comer frutas es durante las horas en las que hay luz solar natural. En este momento, el organismo es capaz de metabolizar los azúcares de manera más eficiente.