Durante la adolescencia el joven atraviesa una crisis de identidad muy compleja para él pues supone una crisis emocional y de identidad importante que conlleva pérdidas y logros.
El ser humano se caracteriza por sentir varias emociones, según una experiencia o suceso vivido. Por eso, hay sensaciones que generan un vacío y no permiten surgir en la cotidianidad.
Los cambios ocasionados por el deterioro cognitivo harían que las personas se demoren un poco más en los aprendizajes, o en realizar diferentes acciones cotidianas.