Las hernias son alteraciones muy comunes que pueden aparecer por múltiples causas en cualquier momento de la vida. Pasan desapercibidas en muchos casos, aunque también pueden generar síntomas muy molestos. ¿Deseas saber más sobre las hernias y su tratamiento? A continuación te contamos todo.

El tratamiento de las hernias puede variar dependiendo de factores como la ubicación, el tamaño, la sintomatología y las complicaciones asociadas. Teniendo esto en cuenta, los especialistas podrán optar por una conducta expectante o por un abordaje quirúrgico.

¿Qué es una hernia?

Una hernia es la protrusión de un tejido a través de una debilidad preexistente en la pared que lo sostiene. La mayoría de las hernias ocurren a nivel del abdomen, por lo que el tejido que protruye suele ser peritoneo, vísceras o ambos.

Por su parte, algunas hernias pueden ser más evidentes en la ingle o en el muslo. Todo dependerá de la ubicación de la debilidad en la pared.

La mayoría de las personas suelen referir un bulto blando y no doloroso en una zona específica. El bulto tiende a ser más evidente con la tos y a desaparecer al acostarse.

No obstante, las manifestaciones clínicas de las hernias pueden variar en cada persona, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento. Algunos de los síntomas más comunes son los siguientes:

Malestar y dolor al levantar objetos pesados o hacer esfuerzos.
Reflujo gástrico o acidez en el caso de la hernia hiatal.
Dolor, debilidad o pesadez abdominal.
Complicaciones como la obstrucción intestinal y la estrangulación.

Tipos de hernias más comunes

Esta alteración se puede clasificar de acuerdo a su ubicación en el abdomen. En este sentido, las causas, los síntomas presentados y el tratamiento de las hernias varía.

Hernia inguinal

La hernia inguinal es el tipo de hernia más frecuente y suele afectar a los hombres. De hecho, un estudio publicado en 2019 detalló que esta hernia aparece en un tercio de los varones a lo largo de su vida. La alteración ocurre cuando la debilidad se encuentra en la parte inferior de la pared abdominal, cerca del canal inguinal.

Las causas de una hernia inguinal son muy variadas. En los hombres suelen aparecer cuando el canal inguinal no se cierra completamente después del descenso de los testículos.

Uno de los principales síntomas es la presencia de un bulto en la ingle o en el escroto. Además, muchos varones suelen referir dolor al momento de levantar objetos pesados. En estos casos, la mejor opción terapéutica es la quirúrgica.

Hernia femoral

La hernia femoral es mucho menos frecuente que la inguinal y afecta con mayor frecuencia a las mujeres. En este caso, la protrusión ocurre desde la parte baja del abdomen hacia el muslo, justo por debajo del ligamento inguinal.

La causa es indeterminada, aunque guarda relación con una debilidad en la pared muscular y ciertos factores de riesgo como la multiparidad. Por desgracia, es muy difícil de diagnosticar, ya que son pequeñas.

Uno de los principales síntomas es el dolor en la ingle, por lo que se suele confundir con una hernia inguinal. No obstante, es necesario hacer múltiples pruebas para establecer un diagnóstico diferencial.

Hernia umbilical

La protrusión del contenido abdominal ocurre, en este caso, en un punto débil cercano al ombligo. De esta manera, el bulto será mucho más evidente en la cicatriz umbilical y su tamaño puede variar.

Las causas de las hernias umbilicales y su tratamiento cambian dependiendo de la edad de la persona afectada. En los bebés, la mayoría de las hernias umbilicales aparecen por un defecto anatómico. No obstante, desaparecen por sí solas antes del primer año de vida.

Por su parte, los adultos que presentan hernias umbilicales suelen tener alguna patología que aumenta la presión en el abdomen. Dentro de los factores asociados con mayor frecuencia están la obesidad, el embarazo, la tos y el estreñimiento crónico, la ascitis y los problemas prostáticos.

Un estudio publicado en The Surgical Clinics of North America asegura que la cirugía solo está indicada cuando los pacientes presentan síntomas molestos. No obstante, siempre se debe estar alerta.

Hernia hiatal

Este es un tipo de hernia particular en la que el estómago sobresale hacia el pecho a través del diafragma. En estos casos, no se observa ni se siente un bulto en la superficie.

La hernia hiatal es más frecuente en las personas mayores de 50 años y su causa precisa es desconocida. Por su parte, en los niños se presenta producto de una malformación congénita.

Los síntomas de las hernias hiatales son diferentes a los de los otros tipos de hernias. Las personas suelen presentar acidez estomacal con frecuencia y enfermedad por reflujo gastroesofágico.

Hernia epigástrica

Por último, la hernia epigástrica ocurre por un defecto en la mitad superior de la pared abdominal. A pesar de que se puede presentar en cualquier punto, es más frecuente a nivel de la línea media.

La mayoría de las veces son asintomáticas, aunque algunas personas pueden presentar dolor. Por fortuna, la reparación quirúrgica suele traer pocas complicaciones, de acuerdo con lo expuesto por una publicación en The British Journal of Surgery.

Tratamiento de las hernias

La opción terapéutica recomendada por el especialista dependerá del tamaño de la hernia y de la presencia de síntomas concomitantes. El abordaje para las hernias pequeñas suele ser la conducta expectante. En este sentido, el médico seguirá de cerca la evolución.

Algunos especialistas recomiendan el uso de prendas ajustadas para aminorar los síntomas. No obstante, se trata de una opción muy conservadora.

El tratamiento definitivo para cualquier hernia siempre será un procedimiento quirúrgico llamado hernioplastia. El mismo consiste en la devolución de las vísceras a la cavidad abdominal, con la posterior reparación del defecto en la pared del abdomen. La reparación puede llevarse a cabo con una sutura o con la colocación de mallas especiales.

Existen muchas técnicas para realizar una hernioplastia. No obstante, la ideal dependerá del especialista. Dentro de las más usadas destacan las siguientes:

Cirugía abierta: el médico realizará una incisión en la pared abdominal con el fin de reparar el defecto, dejando una cicatriz mayor.

Laparoscopia: los especialistas hacen incisiones más pequeñas para introducir las herramientas quirúrgicas necesarias.

Prevención y factores de riesgo

Por desgracia, no existe una forma 100 % efectiva de prevenir la aparición de una hernia. Es importante recordar que se relacionan con un defecto en la pared abdominal y múltiples factores de riesgo. Entre ellos, destacan los siguientes:

Levantamiento de objetos pesados o ejercicio intenso.
Tener bajo peso al nacer o ser prematuro.
Estreñimiento o tos crónica.
Edad avanzada.
Obesidad.
Embarazo.
Fumar.

¿Cuándo consultar con un profesional?

Lo más recomendable es acudir al especialista cuando se note un bulto anormal en el abdomen. Solo los médicos estarán en la capacidad de dar un diagnóstico certero.

Por otro lado, también se recomienda buscar asistencia médica en caso de que se presente alguna complicación. Dentro de las más comunes destacan la estrangulación y la obstrucción intestinal. Las manifestaciones clínicas de ambas son las siguientes:

Cambios de color en el bulto, que tiende a ponerse rojo o morado.
Disminución de los movimientos intestinales.
Dolor súbito que empeora con el tiempo.
Náuseas y vómitos.
Fiebre.
Una afección frecuente con un tratamiento eficaz

Las hernias son una afección muy frecuente que pueden pasar desapercibidas, dependiendo de su ubicación. El tamaño de las mismas es variable y las más grandes tienden a ser muy incómodas.

Por fortuna, el tratamiento de las hernias es muy eficaz, aunque existe el riesgo de presentar recurrencias. Al notar un bulto en cualquier zona del cuerpo es fundamental consultar con el especialista.