La tos, la sensación de picor en la garganta, dificultad de tragar y la voz ronca son los síntomas más frecuentes del dolor de garganta.
La Clínica Mayo indica que “el dolor de garganta provocado por un virus se resuelve por sí sólo, mientras que el causado por una bacteria requiere tratamiento con antibiótico”.
Mantener una correcta hidratación y beber líquidos es fundamental para la garganta, así como evitar bebidas con cafeína y alcohol.
Las bebidas calientes como el consomé, té sin cafeína o agua tibia con miel podrían ayudarte.
Estas son las infusiones recomendadas para el dolor de garganta:
Infusión con miel para calmar y proteger a las mucosas.
Infusión de malva, para el alivio de la inflamación.
Própolis, por sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.
Infusión de caléndula.
Infusión de tomillo, para despejar las vías respiratorias superiores y, especialmente, la nariz.
Otras plantas que se pueden usar son: espino amarillo, menta y romero.
De cualquier manera, si el dolor persiste o está acompañado de otros síntomas, es importante acudir al médico, pues las infusiones solo calmarán el dolor pero no lo aliviarán del todo.