Siempre hacen falta trucos para cocinar con queso, ya que a veces es complicado cocinar con él. Su consistencia cremosa suele ser una de las razones más obvias por las que a veces es difícil manipularlo pero también es su valor más preciado. ¡Nos encanta! Y por eso queremos que lo conviertas en un ingrediente sencillo de usar.
Existen un montón de tips que te ayudarán a que tus platillos con queso queden perfectos. Aquí te decimos algunos secretos del rey de los lácteos.
Úsalo en tus cremas en vez de galletas
Usa el queso como si fueran galletitas o crotones con trozos de queso de cabra, emmental o queso tierno. Puedes calentarlo previamente al grill para que se derrita y luego incorporarlo a tu sopa. ¡Seguro que te encanta este nuevo toque!
Congélalo para rallarlo más rápido y sin desperdicios
Para este truco, el queso debe estar previamente refrigerado para que conserve su consistencia. Mételo en el congelador durante 20 minutos. Después, rocía el rallador con aceite en spray. Así estarás garantizando que una gran cantidad de tu queso no se quede atrapada entre los orificios del rallador.
Prepara queso a la plancha
Si quieres aprender a hacer costras, lo primero que debes hacer es conocer tu materia prima. No todos los quesos se deshacen igual ni aguantan bien el calor de la parrilla.
Por ejemplo, los mejores para hacer con esta técnica son el manchego, el gouda, el mozzarella, el gruyere, el feta o el provolone.
Una vez que tengas el queso adecuado, espera a que la plancha esté bien caliente, agrega el queso, deja que se dore, voltéalo y listo, tendrás una costra perfecta.
Aprende cuándo agregar el queso a cada platillo
En la mayoría de las recetas, el queso debe incorporarse al final, como en los platos de sopa, pastas o risottos.
Si quieres gratinar, lo mejor será que prendas tu horno a la máxima potencia y lo dejes trabajar por espacio de 15 minutos. Si tienes freidora de aire, también es una opción.
Calienta los guisados con queso por debajo de 190ºC
El queso es delicado y puede cortarse si se calienta demasiado, ya que el aceite se separará y comenzará a acumularse en la parte superior. Para evitarlo, asegúrate de cocinar tus guisados y otros platos con queso a una temperatura no superior a 190ºC.
Esta regla también aplica para cuando haces alguna salsa de queso. En este caso, asegúrate de mover frecuentemente y mantener la temperatura debajo de los 190ºC.
Usa hilo para cortar quesos super blandos
Toma un trozo entre tus dedos y presiona hacia abajo para cortarlo. Es un truco perfecto para queso de cabra, bloques de queso americano o incluso queso feta desmenuzable.
Bate el queso ricotta para hacerlo super suave
El queso ricotta es la base perfecta para casi cualquier dip, pero puede ser un poco duro. Para hacerlo mucho más suave, colócalo en una licuadora o procesador de alimentos durante unos minutos para airearlo y hacerlo cremoso.
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