Existe polémica en torno al uso de suplementos deportivos en adolescentes. Lo habitual es que en esta etapa de la vida muchos jóvenes quieran practicar deportes y rendir al máximo, pero ¿es conveniente acudir a los suplementos para conseguirlo?
Lo preocupante en este terreno es el hecho de que muchos de los productos no cuentan con investigaciones científicas de respaldo que avalen su eficacia ni su seguridad. El mercado está lleno de sustancias que se promocionan como fórmulas para obtener más masa muscular o mejorar la condición física y los adolescentes son sensibles a esos mensajes.
¿Qué son los suplementos deportivos?
Comencemos por decir que los suplementos deportivos son productos farmacéuticos que contienen un ingrediente dietético. Tal ingrediente suele contener extractos de plantas y vitaminas, aminoácidos, enzimas, probióticos o minerales.
Los suplementos deportivos se promocionan como sustancias que ayudan a mejorar el rendimiento. A veces señalan que aumentan la masa muscular, que incrementan el desempeño físico o que favorecen la pérdida de peso.
El problema es que muchos de estos suplementos no cuentan con estudios científicos que los respalden. Así que, por un lado, existe la posibilidad de que sean completamente ineficaces. Por el otro lado, también hay que valorar si no causan algún daño a los adolescentes.
Los riesgos de los suplementos deportivos en adolescentes
La mayoría de los estudios sobre suplementos deportivos se han llevado a cabo con adultos. En la actualidad son muy pocas las investigaciones que analizan el efecto de esas sustancias en adolescentes. No se debe pasar por alto que esta es una edad crítica en el desarrollo físico y mental.
La Academia Estadounidense de Pediatría no recomienda el uso de suplementos deportivos en personas menores de 18 años. Los datos disponibles indicarían que entre el 12 % y el 58 % de los suplementos presentes en el mercado no incluyen varios de sus ingredientes en la etiqueta del producto. Esto implica riesgos.
Algunos de los posibles efectos secundarios que pueden sufrir los adolescentes son los siguientes:
Reacciones alérgicas.
Aparición de acné.
Caída del cabello.
Trastornos del sueño.
Problemas en el crecimiento.
Trastornos gastrointestinales.
Daños en los riñones o en el hígado.
Cambios en el estado de ánimo.
Mayor tendencia a la agresividad.
Alteraciones en los órganos sexuales. En el caso de los varones puede haber reducción de los testículos. En las mujeres es posible que se presente agrandamiento del clítoris.
¿Qué suplementos deportivos se deben evitar?
En general, los adolescentes deben evitar los suplementos deportivos que incluyan los siguientes componentes:
Guaraná.
Germander.
Geranio (o DMAA).
Extracto de yerba mate.
Yohimbina (o erex, testomar, yocon, yohimar, yohimbe).
Feniletilaminas (o PEA, B-feniletilamina, N-metilfeniletilamina).
Naranja amarga (o biarade, Sevilla, naranja agria, Citrus aurantium).
Fruta del árbol de Bael (o N-[2-hidroxi-2(4-metoxifenil) etil]-3-fenil-2-propenamida).
Así mismo, no es conveniente utilizar suplementos deportivos que contengan una mezcla patentada. Bajo ese nombre puede haber cualquier sustancia. No son confiables los productos que contienen palabras como hardcore o extreme en sus etiquetados.
¿Qué suplementos sí son recomendables?
Lo indicado es que, si el adolescente quiere ingerir una de estas sustancias, primero consulte con el médico.
Nada reemplaza a una alimentación balanceada rica en proteínas. Sin embargo, algunos de los suplementos deportivos pueden ser utilizados con relativa seguridad. Dentro de estos se cuentan los siguientes:
Multivitamínicos: combinan vitaminas, minerales y otros ingredientes. Pueden complementar el aporte nutricional de los alimentos, aunque esto no se certifica casi nunca.
Aminoácidos esenciales: refuerzan el sistema inmunitario y ayudan a ganar masa muscular.
Proteínas: a estos suplementos deportivos se les conoce como proteicos. Favorecen la ganancia de masa muscular y ayudan a reponer calorías en los deportistas de alta competencia.
Creatina: incrementa el rendimiento atlético y favorece la ganancia de masa muscular. En algunas personas causa deshidratación, náuseas y calambres.
Cafeína: reduce la fatiga y el cansancio. Optimiza el rendimiento físico y mejora la actividad celular.
Consejos sobre el estilo de vida
Lo ideal es que los adolescentes se abstengan de ingerir suplementos deportivos. Hay tantas dudas y tan pocos datos disponibles, que lo más sensato es anteponer el principio de prudencia. Existen formas naturales y saludables de mantenerse en buen estado físico:
Descansar de manera adecuada. Los adolescentes necesitan más de 8 horas de sueño, en promedio.
Llevar una dieta saludable y acorde: la alimentación variada es la mejor medida para prevenir lesiones, evitar la fatiga y tener un desempeño adecuado.
Entrenar de manera adecuada: combinar el entrenamiento cardiovascular con el de fuerza.
No consumir sustancias nocivas: el tabaco, el alcohol y los psicoactivos son sustancias que deterioran el rendimiento físico y mental.
Siempre se debería consultar con el nutricionista para identificar los requerimientos alimenticios de cada adolescente. Este profesional también puede señalar la conveniencia o no de utilizar suplementos deportivos.