¿Cómo saber si la sandía está en mal estado? Aunque el aspecto es la principal forma de darnos cuenta si un alimento no está apto para comerlo, también hay ciertos detalles a tomar en cuenta.

La sandía es una de las frutas favoritas para consumir, especialmente en época de calor por su frescura; sin embargo, en nuestro país podemos encontrarla durante todo el año y disfrutar de su rico sabor.

Pero, ¿sabes por qué no debes comer sandía si tiene grietas por dentro? En internet a veces hay varias ideas nada ciertas sobre la apariencia de los alimentos y una de ellas es precisamente ésta sobre las sandías agrietadas.

La sandía, inspiración nacional
De acuerdo con el Gobierno de México, existe la creencia de que para el diseño de la bandera de nuestro país, Guerrero e Iturbide se inspiraron en los colores de una rebanada de sandía. No es originaria de nuestras tierras pero ha sido adoptada como tal.

La sandía es una de las frutas más saludables que podemos consumir pero también es considerada una verdura. Es la primera debido a que tiene semillas pero es la segunda gracias a que forma parte de la familia de las cucurbitáceas, como la calabaza.

¿Cómo saber si la sandía está en mal estado?
Una sandía en mal estado es común encontrarla entre tantas que vemos en el mercado, por eso es mejor que analicemos exactamente cómo se encuentra. Simplemente, hay ciertos rasgos que dan pie a pensar que la fruta ya se pasó de madura.

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En primer lugar, ¿notas que la sandía tiene grietas por dentro? Lo que significa es que está pasada y ya no se encuentra apta para comerse. Lo más seguro es que incluso te des cuenta de la aparición de algunas manchitas blancas o negras a su alrededor.

Quizá has escuchado que las grietas dentro de la sandía también significan que se utilizaron sustancias nocivas para acelerar su crecimiento, además de que se utilizó un tipo de pesticida que resulta tóxico para el ser humano.

Si has escuchado o visto esto últimamente, te contamos que es una de las muchas fake news:no hay pruebas suficientes de que el forclorfenurón se utilice para potencializar el crecimiento de las sandías y tampoco está relacionado con el cáncer, así que no provoca la aparición de infecciones, tumores ni enfermedades neurológicas.

Otro aspecto relacionado a que la sandía no sirve es encontrarles un hueco dentro pero tampoco es un punto que tenga que ver con que está echada a perder. De hecho, es algo bastante común en su especie de cucurbitáceas.

Los expertos creen que se debe a una polinización mal formada pero eso no afecta en nada ni al sabor ni a la calidad del fruto, cuenta con las mismas propiedades nutricionales que una completa.

Más bien en lo que tenemos que enfocarnos es en su peso, ya que si sientes que la sandía está ligera, significa que contiene poca agua, lo que causa su deshidratación y que ya no sirva.

Recuerda que la corteza también debe ser verde con rayas y si al abrirla, en vez de un rojo intenso, es un tono oscuro, entonces no es comestible.